¿Estamos viviendo una democratización en los estándares de belleza?
No se trata de una publicidad de Benetton ni nada por el estilo, sino que de la portada del próximo número de marzo de Vogue USA. En ella aparecen Adwoa Aboah, Liu Wen, Ashley Graham, Vittoria Ceretti, Imaan Hammam, Gigi Hadid y Kendall Jenner, las modelos más cotizadas del momento en la tapa de la publicación de moda más influyente del mundo.
La publicación que lleva por título "The beauty revolution: no norm is the new norm" (La revolución de la belleza: sin norma es la nueva norma), deja en claro que las pautas de la belleza son algo añejo en el mundo de la moda, y que la tendencia es el abandono de los estereotipos. La apuesta es por una belleza única e inclusiva, donde los conceptos de plus size, regular size, belleza diversa o alternativa sean parte del pasado.
La foto aterriza justo en el momento en el que el tema de la inmigración genera divisiones en Estados Unidos, luego de que el presidente Trump anunciara la prohibición de ingreso a personas de algunos países, veto que afortunadamente fue derogado días más tarde por un juez federal de Seattle. La portada representa una señal del verdadero concepto de la "mujer americana", una que puede provenir de distintos lugares del mundo, que puede tener distinto color de piel, distinta forma de ojos y siluetas totalmente variadas.
Derribar los patrones de la belleza que por años nos ha entregado la publicidad es un fenómeno que cada vez está tomando más peso. Las marcas y revistas han cedido a ampliar sus parámetros, incluyendo a personas de distintas edades y estilos. Sin ir más lejos, ayer se dio a conocer la portada de la icónica Sports Illustrated, donde aparece la modelo Christie Brinkley en traje de baño a sus 63 años, espacio que siempre fue reservado para mujeres jóvenes.
El movimiento por cambiar los parámetros de la belleza no solo proviene del mundo de los consumidores, sino que también desde el interior de la industria de la moda. Inga Eiriksdottir es una modelo de talla "normal" y surfista. En 2015 lideró la creación de ALDA, un colectivo conformado por distintas maniquíes internacionales, entre ellas Ashley Graham, y cuyo objetivo es "utilizar sus recursos en la comunidad de la moda para empoderar a las mujeres y cambiar la percepción de la belleza", según comentó su creadora el 2016 en un reportaje del diario Independent.
¿Estaremos frente a la verdadera revolución de la belleza, tal como lo anuncia Vogue? No tenemos cómo comprobarlo. Solo podemos decir que da gusto ver cómo múltiples tipos de mujeres destacan en las pasarelas y en la publicidad, pues ayudan a que dejemos de ver la moda o la belleza como algo destinado solo para mujeres de una categoría, en la cual la mayoría, simplemente, no encaja.
Foto: Instagram - Facebook Vogue - Independent