[COLUMNA] Pati Calfio: ¿Cuál es el mejor limpiador facial?

Por Pati Calfio @beautybites_ | Martes, 7 de Marzo de 2017
[COLUMNA] Pati Calfio: ¿Cuál es el mejor limpiador facial?

Decir que NO lavarse la cara con agua puede ser beneficioso, para algunas personas puede sonar imposible, pero adivinen: no es una idea tan "loca".

Tomar agua nos llenará de vitalidad, hidratación, y ayudará a mejorar internamente la condición de nuestra piel, pero eso -como dije antes- es desde el interior.

Cuando el agua toma contacto con la piel y se evapora, se lleva los aceites naturales de esta, dejando una sensación de tirantez e incluso una apariencia blanquecina, sobre todo si nos exponemos a aguas con cloro o a temperaturas muy elevadas.

Hay incluso seguidores de una tendencia llamada "caveman regimen" (regimen cavernícola), que asegura que a personas con acné, el no usar agua les ha "limpiado" la piel, pues ha regulado la producción de sebo que antes era removida con agua y, por lo tanto, llevaba a una sobre producción generando la aparición de granitos. Habría que verlo...

Se preguntarán entonces ¿qué debemos hacer para limpiar nuestro rostro? Si bien la mayoría de las mujeres lo hace en la ducha, según ésta premisa, esa sería una gran equivocación.

¿Entonces? Primero se recomienda dejar el ritual para después de ducharnos -así evitamos el agua caliente-, y solo usar agua si se está siguiendo un régimen dermatológico que requiera el uso de un gel o espuma limpiadora para la cara.

Para remover el maquillaje, lo mejor y más gentil con la piel es el agua micelar, que contiene micelas, es decir, pequeñas partículas de aceite que capturan y/o atraen el aceite que ha producido el maquillaje, el sudor, etc., y la suciedad del rostro. Al mismo tiempo, deja la piel hidratada con los distintos componentes que cada marca agrega.

El uso correcto del agua micelar es humedecer un algodón y limpiar la piel suavemente hasta que este salga limpio. Yo lo he probado, y lo único que no ha logrado remover es un labial rojo líquido de larga duración.

Como segundo paso, y aunque los seguidores del agua micelar no lo mencionan, recomiendo usar un tónico apropiado para cada tipo de piel.

Por último, otra alternativa es usar aceites limpiadores, que funcionan combinando aceites que son buenos para nuestra piel, con los que se han producido en el rostro naturalmente, o como consecuencia del maquillaje del día, y que con un suave masaje atraen la suciedad y la remueven sin tapar los poros, y evitan que se genere un exceso de producción de sebo. Es importante tomar en cuenta que el tipo de aceite que elijas sea apropiado para tu tipo de piel.

En mi experiencia, dejé los limpiadores en la ducha de forma gradual. Antes usaba un cepillo Clarisonic, y a pesar de que lo cambié a uno para piel sensible, sentía que era una limpieza poco gentil. Seguí sólo con un limpiador en espuma con una fórmula balanceada que hace lo que he contado antes; limpia, pero sin llevarse la barrera de aceites naturales de la piel, y funcionaba perfecto pues nunca me dejó la cara tirante, pero para probar este método lo abandoné.

Hoy sólo limpio mi cara con agua micelar y luego aplico un tónico que contiene ácido glicólico, que tiene propiedades anti envejecimiento y anti acné, por la mañana y en la noche. Debo decir que he tenido resultados bastante buenos, una apariencia más limpia, luminosa, y me han salido menos granos. De todas formas, me parece importante que, para asegurar una limpieza profunda, nos preocupemos en lo posible de asesorarnos por una buena dermatóloga.

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