6 Mitos y verdades sobre las canas que siempre quisiste aclarar

Por Macarena Carrasco @maca__carrasco | Viernes, 13 de Abril de 2018
6 Mitos y verdades sobre las canas que siempre quisiste aclarar

No es un misterio que todos tendremos canas alguna vez en nuestra vida. Esto se debe a los fallos en la generación de melanina –el pigmento del pelo- como consecuencia del envejecimiento.

Pero el envejecimiento tiene un ritmo distinto en cada persona. Eso explica que haya gente de 20 años con canas y adultos mayores de 80 que aún conservan sus cabellos de su color original.

En torno a las canas existen varios mitos que rondan entre las personas, como por ejemplo, "Si te sacas una te van a salir más", entre muchos otros. Por eso, aquí llegamos para derribar algunas creencias populares en torno a estos impopulares cabellos. 

- "Las canas son grises"

Este mito es falso. El color oscuro de tu cabello con el color de las canas genera un efecto visual que provoca que el pelo se vea gris. Pero aunque no lo creas, el verdadero color de estas es amarillo, no blanco ni gris.


- "Las canas aparecen con la edad"

Verdadero, pues en su mayoría su aparición es consecuencia del envejecimiento al producir menos melanina. Eso sí, cada uno tiene su propio ritmo.


- "El sol hace que salgan más canas"

Falso. La luz del sol aclara el cabello, pero no hay evidencia científica que compruebe que exponerse más a los rayos UV provoque más canas.


- "Fumar provoca más canas"

Verdadero. Hacerlo es perjudicial para la aparición de canas y en algún momento eso se notará. Algunas investigaciones afirman que el tabaco aumenta su aparición, y más aún si se mezcla con alcohol.


- "Si te arrancas una te salen más"

Falso. Si te sacas una cana te volverá a salir la misma, pues al arrancártela no eliminas el folículo de tu pelo, razón de por qué vuelve a crecer. Además, no existe evidencia científica que avale esta afirmación, por lo que puedes sacártelas libremente.

- "El estrés acelera que aparezcan"

¡Cierto! Hay evidencia científica de que el estrés, ya sea emocional o físico, influyen directamente sobre el color del pelo, tanto como su caída. Esto, eso sí, es a largo plazo no inmediato.

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