[COLUMNA] Carolina Gutiérrez: Brad Pitt, huelo tu perfume

Nada como una campaña de la prensa del corazón para que una gran producción de Hollywood llegue a las salas de cine con taquilla asegurada. Un supuesto romance extra set entre sus protagonistas parece no fallar.

Algo así me pasó con Aliados, la nueva entrega del director Robert Zemeckis protagonizada por Brad Pitt y Marion Cotillard –en cartelera–, quienes se vieron envueltos en una polémica por un supuesto affaire. Con ese dato sabroso y con la ansiedad a cuestas me había preparado para sacar pañuelos desechables por si lloraba y morir de envidia por la química que prometía la nueva "pareja", pero hay algo ahí que no funciona, fluye, pero no desborda.

Me encantan los dramas románticos (mejor si son de espías) que huelen a cine clásico. Esa ambientación cuidada para situarte en plena segunda guerra mundial, los trajes, los peinados, la sofisticación de los salones de fiesta y hasta el perfume que presume usar Brad Pitt te lleva a otra dimensión. Sin embargo, el ritmo reposado que rehúye a la acción de guerra solo progresa cuando evoluciona la relación fingida entre ellos y da paso a una real y a la intriga que está por venir.

Pregunta: ¿A ustedes les ha pasado conocer a alguien y enamorarse sin saber nada de esa persona? ¿Es real eso? ¿Ocurre? O, ¿es parte del universo de fantasía creado en la literatura y el cine? Lo digo porque en esta historia los enamorados parecen no interesarse por saber nada del otro más allá de la misión para la que son contratados: ambos fingen ser alguien que no son, incluso aparentan tener una vida en común, una actuación perfecta para el objetivo final. Pero al momento de descubrir que hay atracción, a ninguno pareciera importarle la historia personal del otro, cosas como saber dónde nacieron, quiénes son sus padres, si tienen o no hermanos, sus amigos, si son vegetarianos o de qué lado de la cama duermen. El amor-atracción, ¿puede ser tan fuerte para comenzar una relación de esa manera? Aquí al menos es suficiente. A tal punto de que con el correr del metraje ni nosotros sabemos detalles (o muy pocos) de la vida de ambos hasta que la cinta da un vuelco que devela algo de eso y mucho más.

¿Se han despertado en la cama de un desconocido la mañana siguiente de una fiesta que se salió de control? Creo que ese es un buen ejemplo de sentir una atracción fuerte y que no importe mucho si el galán se lava los dientes antes de dormir o si sus padres aún siguen juntos. Ese comienzo que puede terminar al día siguiente también puede ser el inicio de una relación de amor larga y duradera. Lo que quiero decir con todo esto es que a veces no es tan necesario tener el control de todo ni pedir papel de antecedentes, a veces la aventura sin expectativas puede convertirse en todo lo que alguna vez soñaste.

Vean esta historia ambientada en los años 40', en plena Segunda Guerra Mundial y develen ustedes mismos dos horas y cinco minutos qué le pasó a Max Vatan (Brad Pitt) y Marianne Beausejour (Marion Cotillard), que construyeron una relación perfecta hasta que la guerra los puso a prueba. Después me cuentan.