Miguel Bosé y su disco Unplugged: “Estoy viviendo un huracán de creatividad"

Por Macarena Carrasco @maca_carrasco | Jueves, 24 de Noviembre de 2016
Miguel Bosé y su disco Unplugged: “Estoy viviendo un huracán de creatividad

Está a punto de cumplir 40 años en el mundo de la música y, según sus propias palabras, está inserto en "un huracán de creación". Multifacético como él solo, Miguel Bosé (60) sabe reiventarse, adaptarse a los tiempos y, por supuesto, también a los formatos. Este último punto quizás fue clave en el paso que decidió dar con su primer disco en formato 'desenchufado'.

Bose MTV Unplugged (2016) fue editado este año, y es la razón por la que el músico de raíces panameñas, españolas y colombianas aterrizó en Chile, en el marco de la promoción de su última placa. Esta mañana, Bosé conversó con la periodista Paula Bravo en una Nueva Mañana de Radio Cooperativa, y en M360 recogimos los mejores momentos de la entrevista.

- La versión de Te amaré en esta placa, según tus palabras, es tu favorita. ¿Por qué?

Es la que más me gusta porque es la que más desnuda está. Esta canción tiene más de 30 versiones diferentes, ya ni sé cuántas he hecho en mi carrera, pero esta es mi favorita. Esta, que es sinfónica, que tiene esta desnudez que creo que la hace muy excepcional, quebradiza, emocional.

- ¿El resultado de esta canción termina con los temores que pudiste tener en esta época de tu carrera ante un disco acústico?

¡Sí! Estaba aterrado porque yo no soy acústico. Mi carrera no es acústica, es informática, pues la fabrico con computadoras y es una manera de propuesta. Utilizo muy pocos instrumentos acústicos, por lo que no sabía cuánto iba a perder de identidad. Es como pasar de pintar acrílico a tener que pintar solo a lápiz o tinta china.

Uno dice. ¿Cuánto de mi estilo o de mi sello se va a perder? Pero todo se acaba cuando te das cuenta de que no se puede comparar, pues una cosa es una y otra cosa es otra. Para hacer algo acústico hay que cambiar el chip y entrar en otro sistema de pensar... Ejecutas las cosas de forma diferente. Entonces cuando descubres eso ¡Whoa! Vuelas.


- Este disco tiene varias colaboraciones, pero también canciones propias. Una es Estaré, que la dedicaste a tus hijos, a quienes has definido como un 'motor y huracán de creación'. ¿Esto define el momento personal y artístico de Miguel Bosé?

No sé si es una coincidencia o qué, pero yo creo que todo tiene que ver en esta vida, ¿no? Esta creatividad huracanada que me invade hace unos 5 años fue justo antes de empezar las composiciones de Amo (2014). Fue ahí cuando se desató toda esto que va en muchas direcciones y se sale del tronco matriz que es la música. Ahora estoy haciendo otras cosas, estoy con proyectos entre las manos que tienen que ver con otras áreas de la creatividad y es todo constante. No para, aunque tiene mucho desecho en todo ello, no todo es bueno o de buena calidad.

Pero entre todas estas cosas, apareció esta canción que es Estaré. Es un tema que le dedico a mis hijos para recordarles que esté donde esté, incluso cuando ya deje de estar, siempre estaré en sus corazones.

- ¿Pensaste que ibas a hacer un disco como este? Este formato acústico te hace incursionar en géneros como la Bachata. ¿Qué significa un disco de estas características en el futuro?, ¿En qué más te podremos ver?

Estos proyectos son especiales en la carrera de cualquiera. Este es especial. Especial porque es acústico dentro de mi carrera. Especial por el tratamiento de las canciones. Especial porque aparecen canciones como La Chula, la cual era improbable, estaba condenada a no aparecer. Además, es especial porque la hago con Ximena Sariñana y ella se sale de su zona de confort. Ambos nos salimos. De repente estos proyectos especiales nacen cuando tienes que hacer cosas que sean únicas. Eso lo hace más especial todavía. Y bueno, ahí está.

- De las colaboraciones que hiciste, algunos artistas llegaron con la canción bajo el brazo, ¿O no?

Sí. Algunos me decían: "Dame propuestas", y yo intentaba de que fueran adecuadas, pero con un tratamiento muy especial. Otros como Pablo Alborán me dijeron: "Yo solo te voy a pedir una cosa, Miguel. Tú me dices qué tengo que cantar y yo eso voy a cantar. Punto. Estoy completamente a tus órdenes". Y bueno, esa es otra forma de afrontar.

- La agenda fue determinante para elegir quienes están en este disco, ¿no? Pero también hay una cuota de amistad...

Tengo la suerte de tener muchos, y muy buenos amigos en la música. Eso no se suele dar. He desarrollado un trato, una confianza, una complicidad, una amistad, con todos ellos, los que están ahí presentes. Prácticamente con todos ejerzo esta amistad, esta complicidad. Cuando cantas con alguien con quien tienes una relación, el efecto de la química que se produce es diferencial.

No es algo técnico, no es gracias por invitarme y chao. Es algo más divertido, más profundo, natural, de lejos. Y eso me ha pasado con cada uno de ellos en este caso.

- Estás viviendo con tus hijos en Panamá. ¿Cómo se ve América viviendo en América?

Yo conozco tan bien América, quizás casi mejor que Europa en muchos casos. ¿Por qué? Porque desde que empecé mi carrera he pasado 9 meses del año, de todos los años de mi vida, en este continente. Los he vivido aquí por promoción, por gira, por vacaciones...

Voy a cumplir ya 40 años de promoción y más de tres cuartas partes de mi vida la paso aquí, por lo que irme a vivir a Panamá era algo de esperar tarde o temprano. Decidí dar este paso antes y por razones de la vida lo atrasé, pero en el momento en que nacieron mis hijos, tuve que dejarlos en Europa y venirme a América por largos períodos, me morí de pena.

Ahí fue cuando decidí que eso no iba a pasar más y di el paso de mover mi vida y trasladarla toda a América y la verdad es que estoy muy feliz. Es un continente que conozco profundamente e incluso algunos países mejor que sus habitantes, porque esta profesión me ha dado la facultad de viajarlos de arriba a abajo, e incluso en autobús en los momentos donde no habían aeropuertos en algunas ciudades.

Recuerdo 2 giras en Chile en autobús muy memorables. Recuerdo Atacama con un despertar violáceo, de la misma forma en que recuerdo Puerto Montt, Chiloé o Punta Arenas en todo su esplendor. Esas luces inolvidables en los tejados de Puerto Montt que parecían las galletas de Hansel y Gretel.

Y así, muchas cosas que yo creo que muchos chilenos no las conocen. Me siento muy afortunado. Todo lo que me ha entregado esta profesión es maravilloso.



(Foto: Cooperativa)

Etiquetas :