[COLUMNA] #DIY Espacio WOW: El sofá Chesterfield

Por Espacio Wow www.espaciowow.cl | Viernes, 3 de Marzo de 2017
[COLUMNA] #DIY Espacio WOW: El sofá Chesterfield

Hace años que vengo viendo en todos lados este robusto, pero armonioso sofá. Me llamaba mucho la atención observarlo en distintas revistas de decoración, en la web y en casas de amigos.

Nunca supe mucho de su historia, ni quién lo había creado. Solo suponía que lo más probable es que por tener ese nombre su origen se remontara a una Europa aristócrata o de la alta sociedad.

Hay varias historias en torno al nacimiento de esta pieza icónica de la decoración. La que más peso tiene es la del Conde de Chesterfield, quien mando a confeccionar este sofá para que los caballeros se mantuvieran erguidos y pudieran lucir sus trajes de la mejor manera. Esto se lograba gracias al diseño del sofá, de brazos y respaldo a la misma altura que obligaba a corregir la postura hasta del caballero más encorvado. Sin duda, el Sr. Stanhope (Conde de Chesterfield) tenia un gran sentido de la estética.



La historia continúa, ya que se dice que antes de morir el Conde de Chesterfield, le pide a su sirviente que le entregue el sofá a su joven ahijado mediante la confusa frase "Give Mr. Dayrolls a chair". El sirviente sin saber que hacer, termina regalandole el sofá. Sin poder imaginar que ese era el puntapié inicial en la historia de este sofá, ya que al ser expuesto en el living de su dueño se transformó en una pieza deseada en las casas de las familias ricas y poderosas de Inglaterra.

Viendo lo apetecido que era su Chesterfield, el Sr.Dayrolles tuvo la visión de reproducirlo e introducirlo en clubes de hombres de alta sociedad, siendo al poco andar un HIT.

Ha sido tanto el amor por este objeto, que ha traspasado varias generaciones, o más bien siglos, y sigue siendo un infaltable en ambientes clásicos como modernos.

De una original factura en cuero, el Chesterfield hoy lo podemos encontrar en variadas materialidades.

Por ejemplo; en felpa, lino, etc. Pero el que sin duda hoy es un must, en terciopelo. Y es que la mezcla de ese profundo capitoné y los visos de esta tela, sumado a los remaches de metal, lo hacen parecer aún más dramático. Aportando carácter a los espacios que lo poseen.



Este sofá queda perfecto en un living o en una sala de reuniones. La idea es que los botones den esa cuota de incomodidad para que el personaje que se siente quiera pararse después de un tiempo no muy largo. Por lo tanto, no es un buen candidato para una salita de estar.

Quienes son poseedores de este clásico sofá, tienen la capacidad de confirmar que su diseño esta muy bien pensado. Se deteriora poco y tiene la facultad de que a medida que pasa el tiempo, adquiere un desgaste que lo hace aún más lindo.

No conozco a nadie que tenga un Chesterfield añoso que lo haya mandado a retapizar o restaurar. Y es que no hasta hace mucho, adquirirlo era un lujo digno de pocos. Por su alta calidad y standard de confección, sus precios eran muy altos (se dice que según su medida su confección podía demorar entre 60 y 100 hrs).

Sin duda, este diseño que fue creado casi a modo de anécdota, tiene todos los méritos para nunca dejar de ser un must.

Si bien hoy se pueden encontrar opciones de este sofá al alcance de todos, su diseño clásico, su estructura robusta y su modo de acoger tan noblemente al que se siente en él, hacen de este sofá uno de los más queridos. Aportando en cada ambiente, un toque dramatico de carácter y calidez.

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