Cómo cuidar tu vestido de novia antes, durante y después del matrimonio

Por Valentina Espinoza @lavalespinoza | Martes, 27 de Febrero de 2018
Cómo cuidar tu vestido de novia antes, durante y después del matrimonio

El día del matrimonio es uno de los eventos más esperados por la mayoría de las mujeres, más aún cuando se trata de elegir el vestido de novia. Es una de las elecciones más difíciles, porque queremos vernos bien, únicas y lindas. Pero generalmente olvidamos una de las partes más importantes antes, durante y después de la boda. Y se trata del cuidado que le damos al vestido.


Más del 50% de las novias no tienen un concepto claro del cuidado del vestido. Sí, todas queremos mantener el nuestro en buen estado por mucho tiempo pero, ¿Tomamos las medidas necesarias?

La experta en cuidados de prendas Marcela Carvajal de 5àsec nos presenta una guía detallada con los cuidados necesarios de tu vestido de novia durante todo el proceso del matrimonio.

Antes del matrimonio

"Mantén el vestido colgado de las tiras que trae en su interior y que su largo no tope el suelo y mucho menos que se apreté o aplaste", aconseja la experta. Pocos días antes de la ceremonia, pruébatelo, porque es probable que haya que angostarlo, ya que las novias bajan de peso durante ese período. Y ojalá plancharlo vaporizado el día antes, para eliminar alguna posible arruga que se haya formado.

Recuerda no guardarlo en bolsas de plástico, porque no le permite la respiración a las fibras naturales, y para que se luzcan necesitan de aquello.

Durante el matrimonio

Cuando te estés preparando, nunca te apliques perfume directamente sobre la prenda porque puedes provocar la aparición de manchas. También, asegúrate que al momento de maquillarte y/o aplicar lociones, sea minutos antes de ponerte el vestido porque si te pones antes la prenda o muy pronto podría generar manchas indeseadas en tu vestido. Lo mismo con el desodorante, debes esperar a que se seque para evitar que se ponga amarillo y estropearlo.

Durante la fiesta, Marcela aconseja que tengas especial cuidado al momento de compartir con tus invitados. Si te llegas a manchar con algo, por ningún motivo apliques agua ni mucho menos pases un paño húmedo. Déjalo tal cual, después la tintorería hará su trabajo.

Después del matrimonio

Luego del evento procura guardar el vestido en una amplia bolsa de plástico y llévalo pronto a la tintorería. Eso sí, asegúrate antes de, que todos los bordados de cristal y demás apliques estén en su sitio para no perderlos durante el proceso de lavado.

Después del tratamiento en la tintorería, la mejor opción para guardar tu vestido es una caja de cartón resistente: los vestidos de novia, especialmente los que tienen cola, suelen pesar bastante, y por ello, ojala no dejarlos durante largo tiempo colgados en la percha porque acaba deformándolos. Asimismo, la típica bolsa de tintorería o incluso la bolsa en la que te lo vendieron, puede ser perjudicial con el tiempo para el tejido, al impedirle que respire.

Una vez que tengas la caja y tenga el espacio suficiente para que el vestido quede "holgado", envuélvelo en papel de seda para que absorba la humedad y ventílalo de vez en cuando para que la tela no se apelmace y no adquiera el típico "olor a guardado".

La gran mayoría de novias guardamos el vestido, ya sea como recuerdo del día más importante de nuestra vida o también para dejarlo como legado a las hijas o nietas. Pero si no eres de esas novias apegadas a las cosas materiales, hay otras opciones: puedes venderlo, regalarlo o incluso reciclarlo. Así que independiente de lo que harás con tu vestido de novias post-matrimonio, no olvides cuidarlo por el tiempo que lo tengas.

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