Anna Wintour, la jefa de estado de la moda estadounidense
Anna Wintour es desde hace años un emblema de la industria de la moda. Como editora jefe de la versión estadounidense de Vogue y como directora artística de Condé Nast, la editorial responsable de la publicación, se ha encargado de elegir miles de portadas. ¡Quizás cuántas son las que han pasado por sus manos! Sin embargo, que ella sea la portada es algo novedoso. Por lo mismo llama la atención que la mujer más poderosa de la moda en este momento haya aceptado protagonizar la tapa del último número de The Business of Fashion @bof, la revista en papel de este destacado sitio web.
La edición, de la cual solo se liberó su portada y que estará disponible a partir de mañana 27 de abril, está dedicada a Estados Unidos. Una industria que pasa aparentemente por un buen momento, pero que al indagar un poco más muéstralos claros riesgos de hacer negocios en un país que supuestamente pasa por un buen momento de confianza del consumidor, cuyo desempleo es bajo y cuyos mercados bursátiles ofrecen las cifras más positivas desde 2007. Sin embargo, algo sucede con una parte de la industria de la moda que pasa por un momento inestable.
Firmas como American Apparel, BCBG Max Azria, Nasty Gal y The Limited están viviendo restructuraciones completas, mientras que clásicas tiendas estadounidenses como Macy's, J.C. Penney, Sears y Kmart están enfrentando el cierre de muchísimos locales.
En ese contexto, ¿quién mejor que Anna Wintour para graficar el momento que pasa la industria local de EE.UU?
Sobre todo porque ella representa algo fundamental y muy comentado USA por estos días: Anna Wintour, quien ha elevado la industria norteamericana de la moda a través de su trabajo es una inmigrante.
Frente al complejo escenario migratorio que ha planteado el presidente Donald Trump, ejemplos como el de Anna u otros relacionados con la moda como Calvin Klein, Coach, Diane von Furstenberg u Oscar de la Renta, invitan a reflexionar con mayor fuerza acerca del valor de la inmigración hacia Estados Unidos.
Y como la describió el Presidente y CEO de Condé Nast, Bob Sauerberg, Anna Wintour es como la presidenta de la moda estadounidende y frente a eso, ¿quién mejor que la máxima gobernadora para analizar la realidad de la industria de ese país?