[COLUMNA] Sofía Calvo: ¿Cuánto debería costar mi ropa de diseño de autor?

Por Sofía Calvo www.quintatrends.com | Lunes, 27 de Febrero de 2017
[COLUMNA] Sofía Calvo: ¿Cuánto debería costar mi ropa de diseño de autor?

Los costos y el valor de marca no lo son todo al momento de fijar el precio de una prenda. En el caso de la moda de autor, una de las variables que influyen fuertemente en su cálculo es el diseño, la innovación y el trabajo manual. Pero, ¿cómo saber si esos factores están siendo considerados "justamente" y con sentido de mercado? Acá le doy una vuelta.

Si tomamos como base la primera parte de esta reflexión, no tendríamos dudas que la ropa masiva o fast fashion no puede costar lo mismo que la desarrollada por una marca de autor. Ello porque su proceso creativo supone la elaboración de una propuesta diferenciadora, cuya mayor fortaleza es la manera en que se resolvió la necesidad de vestir. Es decir, el modo en que fue diseñada y confeccionada.

A diferencia de las prendas creadas en grandes volúmenes desde la "inspiración" de pasarelas o el "calco" de las tendencias, la moda de autor busca dar vida a un vestuario que relate historias, se conecte con nuestra identidad y no solo "nos cubra", sino también nos diferencie.

Asimismo, su stock limitado (en algunos casos de prendas únicas) y "vocación heredable", la obligan a trabajar desde una lógica donde quien está detrás de su confección, visibiliza y honra el oficio con su mano de obra, la que no puede ser pagada a cualquier costo.

Todos esos elementos, obligan a un cálculo de precio diferente al que hacen las grandes cadenas de ropa, cuyas espaldas presupuestarias y modelos de maximizar beneficios (en algunos casos a costa de sueldos paupérrimos y contaminación), les permiten enfrentar la dura competencia e incluso vender bajo costo en ciertas circunstancias.

Pero ¿existe una ecuación "universal" para determinar esta suma? Al conversar con diversas marcas de autor chilenas, noté que no. Hay multiplicidad de propuestas y modos de establecer los precios, los que suponen porcentajes diferentes para los componentes descritos.

En ese sentido, el compromiso de estas etiquetas con los consumidores es transparentar su cadena de valor y "justificar" con el "resultado" -impecables terminaciones y calce, gran calidad de insumos textiles, entre otros-, su precio, ya que cuando estos aspectos no son evidentes para quien compra, se pierde la promesa base: no ser un commodity desechable, sino una "inversión" de larga vida.

Estas variables concretas, nos permiten comparar lo que tenemos en nuestro clóset y lo que aspiramos adquirir, preguntándonos ¿estoy dispuesta a pagar, un poco más, por un vestido que me durará años, me hará destacar entre la masa e incluso aumentará mi autoestima? ¿Me resulta evidente apreciar el valor de tener entre mis pertenencias una prenda con "nombre y apellido" nacional? ¿Qué me lleva a relativizar su precio y no a hacer lo mismo con marcas extranjeras que se mueven en el mismo segmento?

El verdadero diseño de autor habla por si mismo, y busca que lo escuchen todas aquellas personas que realmente dejaron de creer que vestirse es un acto inocente.

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