A 27 años de su muerte: El misterioso último día de la princesa Diana
El 31 de agosto de 1997 marcó un hito en la historia contemporánea: la muerte de Diana de Gales, la mujer más famosa y querida del mundo en aquel momento. Veintisiete años después, recordamos los eventos que llevaron a su trágico desenlace.
Tras unas vacaciones en Saint-Tropez con sus hijos William y Harry, Diana aceptó la invitación de Dodi Al-Fayed para quedarse unos días más en su yate. Lo que parecía ser una extensión de sus vacaciones se convirtió en sus últimos días de vida.
El 30 de agosto, la pareja llegó a París, hospedándose en el Hotel Ritz, propiedad del padre de Dodi. Mientras Diana asistía a una cita con un estilista, Dodi buscaba un anillo, alimentando rumores de una posible propuesta de matrimonio.
Esa tarde, Diana realizó su última llamada a sus hijos en Balmoral, Escocia. Los príncipes, absortos en sus juegos con sus primos, no prestaron la atención que años más tarde lamentarían no haber dado a ese último contacto con su madre.
Debido al acoso de los paparazzi, Diana y Dodi cambiaron sus planes varias veces esa noche. Finalmente, decidieron abandonar el hotel poco después de la medianoche del 31 de agosto. En un intento por evadir a los fotógrafos, salieron por la puerta trasera en un vehículo conducido por Henri Paul, el jefe de seguridad del hotel.
A las 00:20 horas, el auto que transportaba a la pareja se estrelló contra un pilar en el túnel Pont de l'Alma. Paul y Dodi fallecieron en el acto, mientras que Diana y el guardaespaldas Trevor Rees-Jones quedaron gravemente heridos.
A pesar de los esfuerzos del médico Frédéric Maillez, quien casualmente pasaba por el lugar, y del personal de emergencia, Diana no pudo ser salvada. Tras una serie de complicaciones durante su traslado y tratamiento en el hospital Pitié-Salpêtrière, la princesa falleció a los 36 años.
La muerte de Diana de Gales conmocionó al mundo entero, dejando un legado que perdura hasta nuestros días. Su trágico final sigue siendo objeto de debate y especulación, recordándonos el alto precio de la fama y el acoso mediático.