[COLUMNA] Carmen Castillo: Me dijo que me amaba, pero cuando podía...

Me dijo que me amaba.

Me dijo que me amaba, pero de vez en cuando me rompía para saber que yo seguía ahí. Creo que era un mecanismo de defensa para volver cuando él quería, como él quería y después de vivir un poco libre de mí.

Me decía que me amaba, pero cuando podía me destruía y me hacía creer que yo estaba mal, que no cambiaba y así jugaba con mi mente.

A veces fui la buena, a veces fui la mala, pero les juro que siempre intenté dar lo mejor de mí. Sin embargo, no bastaba, él jugaba con mi cabeza solo para sentir que yo estaba.

No fui perfecta, lo sé, pero creo que nunca hice el daño que él me hacía a mí. Siempre le dije que podía y yo de verdad creía que él podía, él en cambio, me decía que yo también, pero luego de verme arriba me soltaba la mano para verme caer en el infinito sin importarle como yo sufría. Él necesitaba verme mal para sentirse fuerte, y lo era.

Tuve muchos procesos y en varios me equivoqué. Intenté enseñarle con amor y esa fue mi última carta, pero él seguía intentando matar esto para sentirse vivo. Creo que lo disfrutaba, creo que disfrutaba viéndome llorar y pedirle que no se fuera.

Y me pregunté: ¿Alguien que te ama, daña? ¿Alguien te ama, te quiere ver mal?

Me costó entenderlo, pero eso era manipulación y la más triste. Sentirse fuerte por ver mal a la persona que dices que amas no creo que sea el acto más bonito del universo.

Me culpé constantemente. Me culpé y eso es lo triste de esta historia porque yo dejé que me pasara esto.

Yo dejé que él entrara en mi mente y me hiciera sentir menos, que no valía y que lo NECESITABA cuando la verdad es que yo MERECÍA cosas buenas, gente buena y una vida buena.

Me pidió perdón tantas veces y en todas le creía. Sin duda había un don, convencía con la mirada. Esa profunda que te hipnotiza y sabe que lo está haciendo. Porque cada mirada estaba calculada, incluso sus idas y venidas. Él sabía lo que hacía y nunca soporto que yo fuera libre.

Entendí que el amor no es luchar por el otro, no es aguantar todo con la esperanza que que cambie y no esperar al lado del teléfono para que te diga que te ame. Él nunca me amó, el jugo y creyó que me destruía muchas veces para alimentar su ego.

Amor es amar y no destruir, ni manipular.

Me dijo que me amaba hasta que un día lo dejé partir porque me di cuenta que yo sí quería mejorar.

Me digo "Yo pude salir, pero ¿y esas mujeres que aún siguen?".

Ojalá lean esto

Él se alimentaba de mi luz.

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