[COLUMNA] Constanza Del Rosario: ¿Cómo cuidas tu relación, como un cactus o como una flor?

Por Constanza Del Rosario @ConsdelRosario | Miércoles, 15 de Marzo de 2017
[COLUMNA] Constanza Del Rosario: ¿Cómo cuidas tu relación, como un cactus o como una flor?

¿Quién ha escuchado ese dicho que expresa "el amor es como una flor, hay que regarlo todos los días para que no se marchite"? Sin duda la mayoría, pero ¡cuántos aplican esta sabiduría popular en su vida? Años de trabajo terapéutico con parejas me han llevado a concluir que, probablemente, sean muy pocos. Las razones son varias...

La primera de ellas, ya la mencioné en la columna anterior, es la extendida creencia de que basta con haber elegido a la pareja correcta para que las relaciones funcionen y sean felices hasta que la muerte nos separe, es decir, que "el amor verdadero" no debería requerir esfuerzo y que, por lo tanto, nos "nacerá espontáneamente" el regar la plantita; o al menos, nuestro amor, será una flor mágica (casi plástica) que no requerirá de cuidados ni riegos para mantenerse por siempre igual.

La segunda, es la creencia de que el periodo de conquista se limita a las primeras etapas de una relación cuando el objetivo es atraer e interesar suficientemente al otro como para que nos considere especiales, únicos y se decida a mantener una relación exclusiva con nosotros. Una vez establecido el compromiso, el trabajo de seducir a la pareja se da (progresivamente) por finalizado, bajo la idea de que "si te conquiste al comienzo, deberías mantenerte seducido por siempre... Ahora que eres mía/mío tienes que sentirte entusiasmado y feliz a mi lado, por quien soy no por lo que haga".

Pensar que no hay que "regar" las relaciones, resulta fatal para el bienestar de pareja, especialmente si tenemos en cuenta que la tendencia generalizada de las relaciones es "achancharse" a medida de que se vuelven más estables y comprometidas, pues la seguridad y comodidad facilita el caer en la devoradora rutina y el verse impulsados a volver prioritarios otras ocupaciones o personas, tales como trabajo, hijos, pasatiempos, proyectos, familia de origen o amigos. Todas estas condiciones facilitan tratar a la pareja como un cactus, es decir, dedicándole atención eventualmente cuando uno "puede", esto es, cuando se acuerda, tiene tiempo, energía o ganas.

¿Cuáles son las consecuencias de tratar a tu pareja como un cactus? Que inevitablemente le saldrán espinas. Las constantes desatenciones darán pie a que esta se muestre más conflictiva, critica, quejona, distante, fría, explosiva o defensiva. Esto podría convertir, por ejemplo, a alguien que era un ser positivo, cercano, cariñoso e inclusive fogoso en un ser rabioso, frío y desmotivado. Como en el siguiente ejemplo:

Ella: Hace mucho tiempo que no tengo ganas de tener relaciones sexuales. Cuando se me acerca me da rabia. ¡No me pone atención en todo el día y sólo cuando quiere tener sexo se pone cariñoso!

Él: Si no le pongo atención es porque estoy todo el día trabajando, muy ocupado en cosas que requieren mi atención absoluta para que a ella no le falta nada.

Ella: Él siempre tiene algo más importante que hacer que pasar tiempo conmigo. ¡Quiero que vuelva a ser el hombre del que me enamoré: atento y seductor! La verdad, es que ya ni siquiera me motiva conversar con él, porque su cabeza siempre está en otro lugar.

Como el caso de esta pareja hay muchos; entonces ¿qué podemos hacer para regar la plantita del amor y convertir el cactus en flor?

Mi consejo: realice diariamente al menos dos de estos rituales de conexión:

- Abrace, bese y toque conscientemente a su pareja al levantarse, acostarse, salir o llegar a casa.

- Escríbale cartas o notas con agradecimiento, piropos, frases románticas y de reconciliación.

- Participe junto a su pareja en actividades espirituales, sociales y lúdicas. ¡Innove y sorprenda!

- Llame a su pareja durante el día para saludar y mostrarse interesado por su vida.

- No limite la comunicación a resolver problemas o comentar asuntos pragmáticos, hable de sus experiencias, reflexiones personales, sueños y proyectos y preocúpese que sea desde lo positivo.

- Comparta un momento especial (como desayunar juntos) en el que le dedique a su atención plena a su pareja.

- Tenga al menos una vez al mes, una salida o cita de pareja.

- Al menos, una vez al año asista junto a su pareja a una clase juntos, aprendan algo nuevo o emprendan un proyecto en equipo.

- Celebre de un modo especial aniversarios, cumpleaños y fechas especiales.

- Reconozca de manera consciente los esfuerzos y triunfos cotidianos del otro y valorarlos explícitamente.

- Aproveche las oportunidades en público para expresar lo mucho que valoras a tu pareja y tu relación.

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