[COLUMNA] Constanza Del Rosario: ¿Tiras agua o combustible cuando peleas con tu pareja?

La ciencia del amor ha dado grandes pasos las últimas décadas, y uno de sus descubrimientos más relevantes ha sido poder definir cuáles son los indicadores que pronostican si una pareja va encaminada hacia al éxito o el fracaso. Entre estos indicadores, el principal, es la efectividad de los intentos de desagravio.

¿Qué son los intentos de desagravio? Son los esfuerzos que realiza la pareja para mitigar la tensión durante una discusión y así frenar la escalada de negatividad, de modo que nadie se "altere" a tal punto de volverse irracionales, huidizos o hirientes.

Es decir, los intentos de desagravio son acciones destinadas a aplacar el conflicto en vez de avivarlo. ¿Cómo? A través de gestos o palabras que buscan bajar la intensidad de de las reacciones del otro o quitar la gravedad a una situación; cuando las cosas empiezan a ponerse "peludas".

Realizar intentos de desagravio, como ser receptivo a ellos, no es tarea fácil. Cuando las cosas se ponen álgidas con nuestra pareja la tendencia de la gran mayoría es a ponerse los guantes de box en vez de paños fríos. Es más, muchas veces, a raíz del rencor acumulado muy pocos están dispuestos frenarse y se ven impulsados a echarle más combustible al fuego, respondiendo a los intentos de desagravio con un ataque; volviendo combustible lo que originalmente intentaba ser agua.

¿La razón? Cuando nuestra mente se ha contaminado por ideas negativas hacia nuestra pareja, fácilmente interpretamos los intentos de desagravio como una ofensa, ridiculización o minimización del problema y en vez de verlo como una ayuda o un intento de mantener a raya el conflicto. Lo vemos como la gota que rebalsa el vaso.

Dada la importancia que tiene ser capaz de dar y recibir los intentos de desagravio, la experiencia clínica me ha enseñado que es de gran utilidad acordarlos con nuestra pareja, cuales serán nuestros intentos de desagravio.

Algo así como un santo y seña, una palabra o gesto que no se preste para malinterpretaciones, que sea incluso chistoso para ambos y que el otro fácilmente reconozca e interprete como una ayuda; es decir, como una indicación de que es momento de "bajar un cambio" para que a ninguno se le escapen las "cabras para el monte".