Por qué tu pareja no debiera ser tu mejor amigo

Por Javi Pacull @javipacull | Lunes, 4 de Diciembre de 2017
Por qué tu pareja no debiera ser tu mejor amigo

Muchas personas atribuyen a la amistad un factor determinante para la conservación de una buena relación sentimental. Sin embargo, una nueva corriente de escritores y expertos asume que esto no sería cierto.

Si crees que decirle a tu pareja '¡Te amo, eres mi mejor amigo!' sería la peor declaración romántica que podrías hacer, debemos decirte que tampoco existe nada conveniente al respecto.

Para la autora Brittany Galla, de Cosmopolitan UK, la idea de que tu amante sea -además- tu confidente, no sería recomendable por las siguientes tres razones:

Una persona no puede ser tu TODO

Según un estudio de la Universidad de Monmouth realizado este año, un 83% de las personas asegura que su alma gemela es también su mejor amigo o BFF (Best Friend Forever). Una persona no puede ser la única red emocional, pues de eso no depende si la relación es más o menos fuerte. Por lo mismo, no intentes que su pareja sea tu único recurso de apoyo, de amor y de amistad, pues es mucho para un solo humano.

No debe conocer tu mundo completo necesariamente

Contarle a tu pareja cada detalle de tu existencia puede ser muy contraproducente para la relación. Recuerda que toda unión sentimental debe tener una cuota de emoción. Esto no quiere decir ocultar cosas, sino que hay detalles que solo ayudan a poner la relación en un lugar tedioso y rutinario que vale la pena evitar.

No siempre habrá novedades

Si esperas que la noche se pase volando conversando de miles de detalles emocionantes y novedosos con tu pareja, como lo hacen los mejores amigos, terminarás decepcionada. Si haces todo con ella, como compartir hobbies, actividades, trabajos y amigos, la posibilidad de tener temas personales con los que sorprender al otro se reduce a la mínima expresión. Además corres el riesgo de perder tu individualidad. Distanciarse de vez en cuando o hacer cosas por separado puede servir para mantener siempre el interés de uno en el otro. 

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