[COLUMNA] Karen Uribarri: Gemidos de placer, ¿Cuáles haces tú?

Por Karen Uribarri @KarenUribarri | Jueves, 22 de Marzo de 2018
[COLUMNA] Karen Uribarri: Gemidos de placer, ¿Cuáles haces tú?

Daniela conoce el poder de sus sonidos amatorios. Sabe que mientras más se 'queja', mejor es la performance de su pareja. Entiende que sus gemidos están directamente relacionados a la calentura de su marido y, por lo mismo, los usa a su favor.

Juan piensa lo mismo. Le encanta 'sonar' y que su mujer haga lo mismo. "Me excita y mi erección mejora. Tengo mayor ímpetu sexual", afirma.

Dicen que los sonidos en la cama aumentan el deseo sexual, y que usarlos provoca algo similar a un círculo vicioso, más gimes, mejor lo pasas, gimes aún más y así sucesivamente.

Asimismo, los gemidos ayudan a comunicarle a la pareja que el camino que recorre y cómo lo sigue, está perfecto y está causando efecto. Por eso es que no hay que entregar malas señales y 'quejarse' por todo.

Además, hablar, gritar y gemir durante el sexo te proporcionará una mejor respiración, elemento importante para la relajación y la excitación.

No olvides que nuestra voz es un arma sexual y que cuando la usamos, emitimos una onda con determinada frecuencia, que impacta en la otra persona, activando respuestas fisiológicas.

Isabel Allende decía: "Una cosa que toda mujer celebra y aprecia es la palabra. Que le digan al oído palabras de amor. No hay estimulante sexual ni romántico más fuerte que la palabra".

Ahora bien, qué se dice o cómo se dice. El libro "Sexual Secrets: La Alquimia del éxtasis" clasificó los diferentes tipos de sonidos que ocurren en la cama y que pudiste haber hecho sin saber.

Sikritis. Un sonido inarticulado producido al inhalar a través de los dientes cerrados. Este tipo de exclamaciones amorosas es prerrogativa y privilegio exclusivo de la mujer.

Exclamaciones. Suelen presentarse en las primeras etapas y tienen como propósito encender el deseo. Estas expresiones de afecto superficial pueden ser: "Querido mío" y "Mi vida", entre muchas más.

Sonidos confusos. Estos se presentan en la segunda etapa del acto sexual. La respiración se acelera, formándose irregular, por consiguiente los sonidos son confusos.

Sin significado. Es la última etapa, la fase del éxtasis. Aquí, los sonidos carecen de un significado reconocible. Simplemente son la expresión del deseo.

Entonces, esta columna es tanto para mujeres como para hombres. Las palabras alimentan el deseo sexual, en medida que uses expresiones de admiración, de lujuria, de pasión...

Suspiros, bramidos, quejidos, gemidos... Deja salir lo que brote, son caricias auditivas, deja que se liberen. Cada sonido emitirá ondas que aumentarán las sensaciones de tu cuerpo y ayudarán a tu mente a adentrarse en los entretenidos paisajes de la fantasía.

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