[COLUMNA] Karen Uribarri: ¿Son las lindas mejores amantes?

Cuesta entregarse al otro si no te sientes bien contigo misma. Cómo vas a dejar la luz prendida si no soportas verte desnuda. Imposible. Por lo mismo, no puedes sentir en plenitud y tu mente está desconectada de tu cuerpo porque vives pensando en cómo luces, en cómo te ven. Entonces, ¡claro que influye la autoestima en el sexo!

La autoestima es el amor a uno mismo. La autovaloración. Si es baja, afecta la sexualidad negativamente, y viceversa. Puedes avergonzarte de tu cuerpo, inhibirte en demostrar los afectos, temer no ser atractiva o deseada, volverte insegura, pasiva y sentirte poco sensual. De allí que muchas mujeres prefieran hacer el amor con la luz apagada, cortando de raíz la conexión que provoca mirarse a los ojos cuando se tiene sexo.

Si bien fisiológicamente los seres humanos estamos programados para responder de la misma manera en materia sexual, el deseo, la excitación y los orgasmos están supeditados a una capacidad particular del hombre o mujer. Es por esto que suele pensarse que sólo las personas bellas gozan realmente de su cuerpo.

La base de una vida sexual es comprender que es imposible erotizar sin erotizarme, por ende, una pobre autoestima implica una pobre sexualidad.

Si bien el tema de la autoestima está relacionado a nuestro cuerpo, más fuertemente está ligado a nuestra mente y cómo nos vemos o queremos. Por ello, tiene solución. Porque recordemos que la autoestima no depende de la imagen corporal real, sino de la que creemos poseer. Y un cuerpo no deseado por nosotros mismos, es un cuerpo que no nos permite gozar ni disfrutar.

Entonces, la buena amante no es la más linda, sino aquella que se siente mejor consigo misma (punto a parte son las narcisistas cuya vida sexual no es la mejor por llegar a extremos su amor propio). Porque una mujer puede ser linda, pero su personalidad ser inhibida o insegura. Los modos de ser sexual se deben básicamente a la educación sexual recibida desde la infancia en la familia y a las experiencias vividas en relación a los afectos. Como siempre, tu sexualidad y autoestima viene supeditada desde tu niñez... pero puede ser reparada una vez seas adulta.