[COLUMNA] Andrea Larrabe: Cómo lidiar con la incertidumbre

Llevaba solo un día después de haber renunciado a mi trabajo. Había viajado sola a Ecuador donde llegué en la mitad de la noche y nadie me abría el portón (puedes leer más sobre esto en mi post anterior), y cuando finalmente entré, me recibió una oscuridad profunda en lo que parecía ser un enorme fundo.

La casa, donde un señor me guió hacia mi habitación, estaba perdida en la noche. Apenas se fue eché un vistazo a mi habitación minimalista y me conformé con lo que veía. Había llegado. Aprendería en este curso a liderar talleres de autoestima, finanzas, trabajo y mucho más, todo bajo la filosofía de Louise Hay, pionera en los libros de autoayuda y alguien a quien yo admiraba mucho. Lo curioso fue que yo nunca me inscribí en este curso con la idea de impartir los talleres algún día; simplemente quería volver a conectarme conmigo misma. Si hubiese querido convertirme en una coach de Sana Tu Vida, habría tenido el camino resuelto: dejaba mi gran puesto de trabajo anterior para comenzar este proyecto. Me habría lanzado al mar con salvavidas.

Pero eso no era lo que quería. Quería experimentar la incomodidad de no saber. Desde muy pequeña, toda mi vida estuvo estructurada: colegio, estudio, universidad, primer trabajo, ganar un sueldo, etc. Siempre supe qué venía después y qué se esperaba de mí. Más encima, soy una persona bastante controladora, que siente que funciona mejor si tiene "todo bajo control", a pesar de saber que eso no existe. Porque la vida no es controlada. Es desordenada, sorpresiva, dolorosa y maravillosa a la vez. Mientras más tratamos de controlar, más se nos escapa de las manos.

Todo a nuestro alrededor nos convence que tenemos el control. Por eso contamos con un camino de vida establecido y creemos saber qué cosas nos harán feliz. Pero a mí nada de eso me había hecho feliz. Lo controlado no me había funcionado. Entonces, ¿qué pasaría si saltaba al vacío sin saber dónde caería?

Creo que es entonces que le damos la oportunidad a la vida para que nos sorprenda. Estas son algunas cosas que he aprendido sobre lidiar con la incertidumbre en nuestras vidas:

1- Confía en ti misma. Nadie te puede asegurar qué sucederá. Por más planes y estrategias que tengas, las cosas siempre pueden resultar completamente distintas. Por ende, creo que es esencial confiar en uno mismo, en que llegado el momento tendremos las herramientas, la fuerza, y principalmente la disposición, para enfrentar lo que se venga.

2- Concéntrate en el ahora. Si ahí, sola en mi habitación en Guayaquil, me hubiese puesto a pensar en qué diablos iba a hacer con mi vida ahora, me habría entrado un ataque de pánico. En vez, fui al baño, me lavé los dientes, me aseguré de que no hubieran arañas en mi cama y me percaté con una profunda impotencia que el candado con clave de mi maleta se negaba a abrirse. Enfocarse en el presente alivia mucho la ansiedad del mañana, y realmente lo único con lo que siempre contamos es el presente.

3- Reemplaza los nervios por emoción. Sí, las cosas pueden salir terriblemente mal. Pero también excelentemente bien. Lo más probable, es que sea un término medio entre los dos. Y eso está bien.

4- Muévete. Esta es otra razón por la que me inscribí en el curso. Porque si despertaba al lunes siguiente sin trabajo y sin tener idea de cuál sería mi paso siguiente en la vida, me iba a sentir pésimo. En cambio, si daba pasos, por más pequeños que fueran para ir descubriendo y viendo la vida desde otro punto de vista, confiaba que el camino se iría abriendo ante mis ojos.

¿Y tú? ¿Qué consejos tienes para lidiar con la incertidumbre?