Un estudio lo comprueba: las mujeres enfrentamos más felices la vejez

Por Macarena Carrasco @maca_carrasco | Lunes, 27 de Marzo de 2017
Un estudio lo comprueba: las mujeres enfrentamos más felices la vejez

Todas las mujeres somos distintas. Nos enfrentamos a situaciones diferentes en la vida, tenemos distintos tipos de piel, de belleza, de rasgos, de vivir, de sentir. Pero si hay algo que todas tenemos es que inevitablemente envejecemos, y con este paso del tiempo, varias son las inquietudes que afectan de diversas maneras a cada una de nosotras.

Y es que esto es una realidad aún mayor desde que la expectativa de vida en el mundo se incrementó, y más aún para el género femenino. De hecho, según datos que publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que entre el 2000 y 2050, la cifra de mayores de 60 años se duplicará, es decir, pasará de 605 millones a 2 mil millones en el transcurso de medio siglo.


Por supuesto, Chile no está ajeno a la realidad que se apodera del globo, y cada vez aumenta su porcentaje de adultos mayores con una mejor calidad de vida. De acuerdo a los datos de la encuesta Casen Adulto Mayor 2013 -dados a conocer el año pasado- la población de adultos mayores aumentó en un 9,3% respecto de 2011, llegando a 2.885.157 personas. Más aún, para el año 2050 se espera que nuestro país sea el segundo de América Latina con mayor porcentaje de adultos mayores, según la CEPAL.


Además, también en nuestro país existe un concepto de la feminización del envecimiento de la población. Eso quiere decir, que por cada 100 hombres mayores de 60 años en Chile, hay 130 chilenas de edad similar, justificándose esto en la mayor sobrevida de las mujeres.

Tomando todos estos datos, Natura decidió encabezar una investigación en la cual estuvo a cargo la antropóloga Paula Pinto, y la cual fue llamada Mirror. En ella, se buscaba entender los procesos que viven las mología, sino que también se entrevistó a mujeres de diferentes edades y vidas, a lo largo de todo Latinoamérica.ujeres en su vida a través de las diferentes etapas que atraviesan, y por supuesto, analizando su concepto de belleza y envejicimiento femenino. 


Envejer más libre, bella y feliz


Sobre los resultados que arrojó este análisis, Pinto explicó que "la vejez es un tema que las mujeres hablan permanentemente, ya que genera una crisis personal y socio-cultural, y exige una reelaboración de la identidad. Se trata de un proceso de transición durante el cual las mujeres buscan dar sentido o nuevos significados a su vida".


Además, agregó que los cambios físicos a los que se asocia la edad en la mujer le producen a muchas "sentimientos de ansiedad, incertidumbre y cierto orgullo herido por el enfrentamiento entre la realidad física y social y los ideales estereotipados".


Según los datos explicados por la experta, hay un ideal cultural de belleza determinado que está muy arraigado en nuestra sociedad, y eso hace más difícil que nos aceptemos según la edad que tenemos, pues la juventud se ha vuelto un símbolo de ser más integrada en la sociedad, mientras que la vejez, una excusa para ser excluido o excluida. "La gente piensa que la belleza asegura tener más y mejores oportunidades en la sociedad, por lo que asocian belleza a juventud. Sumado a eso, las mujeres asocian salud a un cuerpo hermoso y delgago", enfatiza. 


Según la experta, se crea un ideal de belleza determinada por ciertos valores culturales muy arraigados y que dificultan la aceptación de las mujeres en torno a su edad. “La juventud es símbolo de la integración social, ya que el que crece es excluido/a. De esta manera, la belleza asegura mayores oportunidades en la vida social porque se es más bello cuando se es más joven, y por último la salud es representada en un cuerpo hermoso y delgado”, agregó.


Pero por otro lado, la investigación reveló otros aspectos que no pensamos cuando hablamos de mujer y que cada vez se tornan en una mayor realidad: las mujeres mayores dedican su tiempo a proyectos de vida fuera de casa. Muchas de ellas entre los 70 y 90 años, enfrentan la vejez como una liberación de las obligaciones que tenían dentro y fuera de casa porque sienten que vivieron el matrimonio como una experiencia de poca libertad. "Encuentran en esta etapa la posibilidad de dedicar su tiempo a sí mismas. El valor más importante para esas mujeres es la libertad tardíamente conquistada", cuenta Pinto.

 

De esta manera, la libertad de las mujeres de la región se asume con diferentes significados: tener tiempo libre y privado para meditar, estar sola y disfrutar de otras actividades; con el tiempo se aprovecha mejor la compañía de las amigas y aprender a decir no, es decir, se hacen menos críticas con los demás y con ellas mismas, aprenden a no compararse y a valorar la singularidad, la individualidad y la diferencia.

¿Qué te parece?

Etiquetas :