¿Comes por hambre o por ansiedad?

Por Sole Hott @solehott | Miércoles, 13 de Junio de 2018
¿Comes por hambre o por ansiedad?

Existen muchos trastornos alimenticios que se derivan directamente de estados emocionales. Y así como algunas personas no pueden comer cuando están ansiosas, hay otras que no pueden dejar de hacerlo. 

Y es que según los expertos es casi imposible romper la relación que existe entre la alimentación y nuestro mundo emocional. Es más, sugieren que nuestra forma de comer es una muestra de nuestras ideologías y creencias. Desde el simple placer de comer, pasando por mejorar nuestro rendimiento deportivo hasta los derechos de los animales. Pero también dejan ver algo más: sentimientos ocultos y estados emocionales por los que estamos pasando. 

¿Estás comiendo por hambre o por ansiedad? 

Hay ciertas claves que nos permiten reconocer la razón por la que estamos comiendo, sobre todo si esta acción es impulsada por el estado de ánimo. Descubre si es tu caso respondiéndote las siguientes preguntas. Si respondes afirmativamente la mayoría de ellas, es la ansiedad la que está comiendo.

¿Comes entre medio y con prisa, sin ni si quiera mirar qué te has metido a la boca?

El síndrome del "picoteo" es una forma desordenada de comer y que en la mayoría de los casos funciona como distracción, pero, ¡cuidado! Podría terminar en una gastritis o en algún problema de indigestión. 

¿Comes muy rápido, no alcanzas ni a masticar ni saborear?

El comer de manera voraz puede ser el reflejo de estar padeciendo compulsiones alimentarias, un trastorno bastante habitual. Sin embargo, suelen ser 'premios' que reemplezan places y culpa. Pero ojo, ya que tanto el estrés como la ansiedad y la soledad también pueden generar la ingesta excesiva. Y los expertos señalan que puede derivar en problemas de sobre peso e incluso diabetes. 

¿Como sin hambre y sin ganas?

Si ni si uiera el placer de comer es la razón, esto puede ser más grave. Ya que comer sin hambre ni ganas es un reflejo de querer llenar un vacío y liberar esa tensión interna. En algunos casos puede ser inlcuso parte de un cuadro de crisis bulímica. 

¿Dejaste de comer sin darte cuenta, o bien, lo haces sin parar?

Esto puede ser síntoma de una depresión o de estar pasando por una experiencia dura y difícil. En este caso las consecuencias serán un claro deterioro de la salud y un desequilibrio. 

La buena noticia es que este tipo de conductas se pueden solucionar, y una de las formas es seleccionando lo que comes. De hecho, las personas que sufren este tipo de cuadros recurrentemente, deben enfocar su alimentación en aquellas cosas que les aportan energía y nutrientes que ayuden a controlar el estado anímico. Te explicamos a continuación...

Alimentos como:

- Espárragos, su contenido de ácido fólico, fibra y vitamina B incentiva la calma y el bienestar mental. 

- Naranjas, el contenido de vitamina C estimula el sistema inmune, disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo. 

- Yogurt natural, no solo activa la flora intestinal, sino que además estimula el sueño, lo que regula los niveles de estrés y la temperatura corporal, y también incentiva la producción de serotonina, la hormona de la 'felicidad'.

- Chocolate, 20 gramos de chocolate negro diarios favorecen el estado de ánimo y contienen antixoidantes. 

Etiquetas :