Carla Pardo, la mejor contención de nuestro bravísimo arquero
No se aguantó las ganas de felicitar a su marido y, apenas sonó el pito del partido final de la copa América 2015 que convirtió a Chile en campeón, se metió a la cancha, corrió hacia él y se lanzó a sus brazos para concluir todo en un tierno beso. La protagonista de esta escena fue Carla Pardo, la mujer de Claudio Bravo, arquero de nuestra selección que ayer fue LA figura del partido entre Chile y Portugal por la Copa Confederaciones Rusia 2017.
La historia de amor de la pareja es bastante larga, pero muy simple de explicar. Se conocieron en Viluco, comuna de Buin, cuando ella apenas tenía 13 años, y nunca más se separaron. De eso han pasado casi 20 años y han formado una familia estable con cuatro niños.
Ella ha sido la mejor testigo de la carrera de Claudio desde que partió en las inferiores de Colo Colo hasta hoy, que tiene contrato vigente con el Manchester City y es considerado uno de los mejores arqueros del mundo. Ella ha estado firme a su lado en todos los comentos cruciales: cambios de equipo, de país, lesiones, críticas lapidarias y también en momentos de gloria. Incluso ha sido ella misma la que ha salido a defender a su marido cuando han surgido rumores de infidelidad de su parte.
Con apenas 19 años, una hija pequeña y apostando 100% por el talento de su marido, Carla no dudó en acompañar a Claudio a su primer desafío como arquero internacional en la Real Sociedad de España. Desde que comenzaron su relación, ella ha demostrado ser el mejor apoyo del Capitán de "La Roja".
“Mi rol es aconsejarle, aterrizarle. Ha habido momentos en que he necesitado tirarle de los pies hacia abajo y decirle que baje: ‘Acuérdate de dónde venimos, de quiénes son tus padres, baja de una vez de la nube’”, contó la esposa de Bravo en una entrevista a Revista Ya.
Tener el foco puesto única y exclusivamente en su familia es lo que la diferencia de otras esposas de futbolistas. Al parecer Carla no se “alumbra” con los lujos, los viajes o el dinero. Tampoco con la farándula, pues si se trata de frenar los comentarios o las intromisiones a su círculo cercano, despliega el mismo talento de arquera que su marido, atajando todos los goles que quieran hacerle.
Las mujeres siempre están metidas en la vida de un futbolista, pero yo no dejo que nadie se acerque. Una señora de futbolista que se lo tome en serio tiene que estar muy atenta”, dijo en 2014.
Como si fuera una seleccionada nacional de su vida personal, Carla no pierde el norte, pues sabe que su marido y sus hijos son siempre su “final” más importante.