¿Cómo saber si tu hijo sufre de bullying?

Por Sole Hott @solehott | Lunes, 11 de Septiembre de 2017
¿Cómo saber si tu hijo sufre de bullying?

En la actualidad el bullying se ha vuelto una palabra muy común y se ha convertido en una respuesta o excusa, para muchos. Pero, ¿estamos hablando realmente de casos de acoso escolar? Los expertos revelan una serie de síntomas que nos hace posibles detectar y actuar en dichos casos.

Los conflictos en la sala de clase son algo natural, pero hay ciertos detalles que diferencias pequeñas discusiones de un real problema de acoso, y es responsabilidad de todos como sociedad, estar atentos a la detección de posibles situaciones de riesgo para prevenir así el bullying.

Para poder detectarlo debemos primero tener claro de qué se trata, y esto es cualquier forma de maltrato físico, verbal o psicológico producido entre estudiantes, de forma reiterada y por largo tiempo. Según los expertos, y las estadísticas, generalmente este tipo de violencia se da de forma emocional.

Luego están las alertas que nos indican bullying y son aquellas que debemos tener presentes. Los cambios en el comportamiento de los hijos suelen ser paulatinos y se pueden confundir con cosas propias de la adolescencia. Pero también hay algunas luces, como no querer ir al colegio o ponerse excesivamente nervioso a la hora de hacerlo. También el hecho de generar excusas para no ir o que se el niño se ponga ansioso de solo nombrar cosas relacionadas con este lugar. En este caso, los síntomas a considerar son:

- Mal rendimiento escolar repentinamente y notorio.

- Cambios de humor, tristeza y abatimiento.

- Ataques de cólera sin causa aparente.

- Alteraciones del sueño y apetito.

- Dificultad en la atención.

- Aislamiento social, ya no quiere jugar con sus amigos ni muestra interés. Muestra timidez e inseguridad.

Si ya lo has detectado, el siguiente paso debe ser hablar con tu hijo en una conversación que le demuestre cariño, comprensión y apoyo incondicional. No hay que presionarlo ni mucho menos demostrarle algún tipo de enojo. No disminuir el hecho y si le cuesta hablarlo reforzarle el hecho de haberlo contado. Inmediatamente después, debes contactarte con el colegio donde deben tener un proceso de intervención y desarrollo del caso. Además, independiente de los protocolos escolares, se debe consultar con un profesional para ver el estado emocional del pequeño.

Lo ideal es no llegar a los casos de acoso y por lo mismo lo mejor es prevenirlo, y para eso se debe partir por casa. Educando a los niños sobre el respeto hacia los demás y también hacia sí mismo. Lo que puede comenzar como un par de risas inocentes se puede volver una pesadilla emocional para algunos niños y sin querer se puede convertir en bullying.

Es un tema del que se debe hablar, cómo y por qué sucede. Que sea que si se ve en ina situación así tenga la confianza de contarlo y lo mismo si él nota algún caso cercano. Y, por supuesto, le prevención debe estar enfocada en que los niños no se vuelvan en los acosadores.

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