Aborto espontáneo, un problema frecuente del que no se habla

Perder una guagua de forma espontánea no es algo fácil de asumir, y en la mitad de los casos las mujeres se sienten culpables. Sin embargo, los abortos de este tipo son un problema frecuente que ocurre al inicio del embarazo. Es más, entre un 10 y un 15% de las gestaciones termina como pérdida espontánea, y se estima que el 50% de los embarazos totales se pierden, muchos sin que siquiera la futura madre se entere. 

El aborto espontáneo se define como la expulsión o extracción de la madre de un feto antes de las 12 semanas de gestación (primer trimestre del embarazo), o previo a alcanzar los 500 gramos, es decir, no podrían sobrevivir fuera del vientre materno. Por esa misma razón, muchas de estas pérdidas pasan inadvertidas porque puede darse en mujeres que todavía no sabían que estaban embarazadas. 

El aborto habitual o recurrente, por otra parte, es la pérdida espontánea de dos o más gestaciones. Esto afecta a un muy bajo porcentaje de las parejas: Entre un 1 y un 2%. 

Las causas de la expulsión feto pueden ser varias, pero dentro de las más frecuentes se encuentran:

- Genética. Esta es la más común y se debe a alteraciones cormosómicas.

- Mala fecundación. 

- Alteraciones en la arteria uterina. 

- Otras alteraciones como: adherencias intrauterinas, miomas, adenomiosis, cirugías tubarias y endometriosis.

- Problemas de salud de la madre. 

- También influyen el fumar, tomar alcohol, sufrir golpes y el consumo de drogas. 

¿Cuáles son los síntomas?

En la mayoría de los casos, la primera señal es el sangrado genital o metrorragia. Luego aparece el dolor pelviano con características de cólico que corresponde a contracciones uterinas, las que se asocian a un aborto inevitable. Ahora también hay mujeres que no tienen síntomas y descubren el aborto cuando se realizan la ecografía y el feto no tiene latidos. 

Uno de los grandes problemas o consecuencias de los abortos espontáneo es recuperarse luego del trauma. Por lo mismo, los expertos recomiendan hablar del tema, prepararse y aprender. Lo importante es destacar que, ante el sentimiento de culpa de la madre, la realidad es que la gran mayoría de estas pérdidas son por otras causas, y deben comprender que esto es un proceso difícil, natural y superable. Solo deben saber cómo afrontarlo, y ahí la ayuda de un experto puede ser un excelente complemento. 

Pero esa fase de duelo, negación, rabia, tristeza y aceptación va a ir y venir, y siempre afecta. De ahí la importancia de que la pareja lo asuma como algo que efectivamente ocurrió, asuma la pérdida y trate de superarlo. Debes saber también que hombres y mujeres lo llevan de forma diferente. Por esta razón, no caigas en la incomprensión o la apatía.

Se debe tener en cuenta que el hecho de haber sufrido un aborto espontáneo no significa que vayas a sufrir otro, pero sí aumenta las posibilidades en aquellas que ya pasaron por uno. Los expertos aseguran que, luego de un aborto espontáneo, una mujer podría quedar embarazada luego de tres meses.

No hay forma de prevenir una pérdida de este tipo, y las probabilidades de que cualquier mujeres lo sufra son de más o menos un 10%.

Ahora, si se han tenidos dos o más pérdidas de este tipo, es recomendable acudir a un especialista para estudiar el caso, ya que el aborto habitual responde a ciertos patrones médicos, aseguran los especialistas.