¡Está comprobado! Ser madres nos cambia el cerebro

Por Javi Pacull @javipacull | Miércoles, 21 de Diciembre de 2016
¡Está comprobado! Ser madres nos cambia el cerebro

Lo que parecía ser un simple comentario ligado a lo sentimental, resultó ser verdad. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, del Instituto del Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y del Instituto Valenciano de Infertilidad, concluyó que el cerebro femenino cambia una vez que nos convertimos en madres.

La investigación, que analizó las resonancias magnéticas de un grupo de mujeres antes del embarazo, a los 4 meses de haber dado a luz y dos años y medio después del nacimiento del primer hijo, estableció un cambio en la materia gris, situación que no tiene relación con la pérdida de funciones, sino con modificaciones similares a las que suceden en la adolescencia.


“En la adolescencia hay grandes cambios hormonales, igual que en el embarazo; existe pérdida de sustancia gris, al igual que en el embarazo; también hay una reorganización de la personalidad y una mayor vulnerabilidad mental. En la adolescencia se modifica casi toda la corteza cerebral, en cambio durante el embarazo hay cambios en áreas muy delimitadas”, comentó al diario El Mercurio, Érika barba una de las autoras del estudio.

En términos simples, la investigación concluyó que durante esta etapa de la vida de la mujer se ven modificaciones en las aptitudes sociales, reflejándose en una mayor capacidad de vínculo entre la madre y su guagua. El cerebro sería capaz de adaptarse de tal forma que entrega ventajas de adaptación para enfrentar el ser mamá y así entender el estado mental del hijo.

El último análisis de las resonancias magnéticas, realizado  dos años y medio después del parto, permitió a los investigadores darse cuenta que los cambios en el volumen de materia gris se mantienen hasta este periodo y que la única variación que se experimenta tiene que ver con una leve mejoría de la memoria, algo que algunas mujeres ven reducido durante la primera etapa del embarazo.

Cabe destacar que este estudio español también analizó a las parejas de las mujeres, concluyendo que en ellos no se experimentan cambios cerebrales comprobables científicamente.

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