Las consecuencias de no tratar a la obesidad como enfermedad crónica
Sabemos que se viene el verano y esos kilitos demás se quieren bajar lo más rápido posible. También que cuando termina el verano lo único que queremos es volver a comer sin importarnos tanto el peso que ganemos ya que volveremos a bajarlos para la temporada de bikini. Esto claramente no es una acción recomendada para nuestra salud, ya que nuestro cuerpo sufre graves consecuencias físicas, médicas y psicológicas al generar una inestabilidad en nuestros hábitos y peso.
Algunas de las repercusiones son:
• La pérdida de elasticidad: esto porque nuestro cuerpo es como una tela que entre más la estiremos, menos vuelve a su estado normal. Por lo tanto, al subir y bajar de peso constantemente comienza a aparecer la flacidez.
• Aumenta el riesgo de sufrir problemas cardíacos: nuestro cuerpo no está capacitado para sufrir fuertes cambios alimenticios, por lo que el subir y bajar de peso hace trabajar al doble nuestro sistema cardíaco. La doctora Mónica Manrique de Clínica Meds, dice que existen más de 10 cánceres relacionados con la obesidad.
• El busto se cae: porque es uno de los lugares del cuerpo en que más se almacena grasa, por lo que el perder y ganar peso hace que la firmeza se vaya perdiendo, y por lo tanto, se caiga.
• Aparición de estrías y celulitis: también es una consecuencia del estiramiento repentino de la piel. Las estrías son desgarros por debajo de la dermis causada por lo mismo, y además son muy difíciles, casi imposible, borrarlas. La celulitis es una acumulación de tejido adiposo y esta si se puede tratar y eliminar con constancia.
• Baja autoestima y cambios de ánimo: producidas por las situaciones que tienen que vivir día a día de acuerdo al peso. Ya sea estereotipos, comentarios, publicidades, etc. También la imposibilidad de hacer ciertas tareas y el hecho de que la ropa no quepa como antes hacen que la autoestima se vea afectada.
La doctora Mónica Manrique nos comenta los mejores consejos para estar saludable y no caer en la obesidad:
Cambio de alimentación
• Inclinarse por la ingesta de la comida chilena: charquicán, legumbres, lentejas, garbanzos. Con mucha proteína y verdura.
• La personas que frecuentemente sienten hambre, tienen que partir primero ingiriendo líquido. Al desayuno lácteos descremados, luego al almuerzo iniciar con sopas de verduras (no cremas), luego ensalada y después el plato de fondo.
• Aumentar la ingesta de pescados (contiene omega 3, antiinflamatorio perfecto para la inflamación de la obesidad), legumbres y verduras.
Buenos hábitos
• Demorarse mínimo 30 minutos en cada comida.
• Tomar líquido permanentemente entre las comidas (agua o líquidos sin azúcar)
• No permanecer más de dos horas sentado
• Actividad física (media hora, mínimo tres veces por semana)
• Medicamentos: Recetados por un médico, si no hubo resultados con las acciones previamente implementadas.
La clave está en el buen desayuno
• Lácteo descremado.
• ½ taza de avena o multicereales con semillas, o dos tostadas con jamón de pavo y quesillo/queso con baja cantidad de grasa o palta.