Existen muchos hábitos que cambian el color de nuestras uñas, como morderlas o pintarlas demasiado. Sin embargo, hay ciertas tonalidades que revelan aspectos de tu salud con los que debieras tener más ojo.
Ninguna anormalidad en color ni es forma en tus uñas es un buen indicador. Las uñas son una clara señal de alerta cuando en nuestro cuerpo algo no funciona con normalidad. Los malos hábitos, el deterioro de la salud o problemas de higiene se manifiestan a través del color de nuestras uñas, y aquí te explicamos los más comunes.
Uñas blancas: problemas hepáticos
Si al menos 2/5 partes de tu uña están blancas y las puntas tienden a enrojecerse o adoptar un tono oscuro, es señal de que el hígado o los riñones no están trabajando como deberían. Las enfermedades más comúnmente asociadas a la uña de Terry, que es el nombre que adopta esta patología son: insuficiencia renal, cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca, diabetes, desnutrición y problemas a la tiroides. Lo mejor es que si sospechas que alguna de estas enfermedades pueda estar afectándote consultes con tu médico a la brevedad.
Uñas amarillas: hongos o excesos
Si son hongos, lo más probable es que estén en su fase inicial, pero debes consultar a un especialista porque también podría ser una manifestación de psoriasis, aunque también se manifiesta en color rosa y rojo hacia las puntas. Los hongos suelen presentarse con mal olor en las uñas.
Si eres fumadora habitual, también puede que tengas las uñas de este color por causa de la nicotina y el alquitrán, y aquí la única solución es simplemente dejar de fumar.
Finalmente, el exceso de esmalte cosmético también puede poner tus uñas de este color. Lo mejor es aplicar una base transparente antes de los colores muy oscuros y dejar a la uña respirar cada dos o tres esmaltados.
Uñas cafés y extremadamente delgadas: alerta de enfermedades alimenticias
Lo más común es que sean el reflejo de una mala alimentación o una baja de peso abrupta. Las personas que sufren de trastornos alimenticios comienzan a mostrar varios signos en su piel, y las uñas no son la excepción, si crees que alguien puede estar sufriendo este tipo de trastornos, fíjate en sus uñas.
Uñas negras: golpe o infecciones
Si no te has golpeado, el color negro es una clara señal de alerta porque es una infección más avanzada y su tratamiento dependerá de la gravedad de la infección. En el peor de los casos podría ser un melanoma que crecerá hasta cubrir toda la uña. En este último caso, el crecimiento es sin dolor, ni olor. Lo mejor es consultar rápidamente con un especialista.
Color verdoso: alerta de bacterias
Puede ser por falta de higiene o calcio. La uña está formada por capas y la suciedad se acumula entre ellas. Si te las muerdes, tus probabilidades de tener bacterias o infecciones aumenta.
Uñas grises: debes chequear tus medicamentos
Hay ciertos fármacos que causan esta coloración en tus uñas. Consulta al especialista que te los ha recetado si puedes cambiarlos por otro o suspender la ingesta derechamente. En general, los fármacos que tratan infecciones bacterianas provocan este problema.
Líneas blancas: bajos niveles de proteína
Estas líneas son peligrosas porque dan señales de un bajo nivel proteico en la sangre debido a una mala alimentación o problemas en el hígado.
Si cuidas tus uñas y manos y no has tenido golpes que puedan cambiar su coloración, debes estar atenta a cualquier cambio. Límpialas seguido, déjalas respirar después de cada esmaltado y no te las muerdas. Cualquier anormalidad en las uñas de las manos o de los pies es razón para acudir al médico. Ellas son como un espejo de nuestra salud y debemos mantenernos alerta a las señales que nos manda.