Si desde que eras niña te mareabas en los autos, aviones o barcos y esa sensación persiste ahora, te contamos que sufres de un fenómeno llamado "cinetosis", o mal de movimiento. Se trata de una condición que varios niños y adultos padecen y no tiene ninguna relación con la edad. Pero, ¿Por qué se origina y cómo podemos prevenirlo? Aquí te contamos...
Es frecuente escuchar a los niños decir "Mamá, estoy mareado", o "Mamá, quiero vomitar". Esto se debe a un desajuste entre el sistema visual y vestibular, y este último se relaciona con el equilibrio y el control espacial. Es así como el sistema nervioso central recibe mensajes contradictorios de los receptores relacionados con el equilibrio corporal, y el oído interno, los ojos y los músculos y las articulaciones de la espalda y las piernas se ven afectados.
Los principales síntomas son vómitos, náuseas y falta de equilibrio producidos por la aceleración y desaceleración del vehículo. Cuando viajamos en un auto y nos sentamos en la parte trasera, el oído detecta que nos desplazamos, pero si visualmente no recibimos esa información porque miramos hacia adentro del auto o vemos el celular, aumentaremos es las probablidades de sentirnos mal. Incluso factores como la mala ventilación, humo de cigarro o que nos encontremos con problemas de ansiedad o miedos, también contribuirán al estado.
Ante este escenario, un equipo genetista Bethann Hromatka de la Universidad de California descubrió que hay factores genéticos que nos predisponen a sufrir mareos.
¿Cómo podemos prevenirlo? Existen dos alimentos comprobados científicamente que nos ayudan a pasar este malestar:
Jengibre. La raíz de este tubérculo bloquea los receptores de serotonina, responsable de las náuseas, y además promueve el flujo sanguíneo en el sistema digestivo, por eso ayuda a reducir los síntomas de los mareos, así lo afirma un estudio publicado en Archives of Pharmacal de Investigación.
Menta. Investigadores del Centro Medico de la Universidad de Maryland explican que las propiedades de la hierba, empleadas como infusión o té, ayudan a calmar los espasmos musculares. Además de ser un relajante del tracto intestinal que disminuye la sensación mareo por movimiento.