¡Insólito! Un congreso femenino sin mujeres
En Medio Oriente puede resultar normal, pero en Occidente la mejor palabra que describe la inauguración del primer Congreso de Mujeres de Arabia Saudita 2017 es ¡Insólito!
El sábado se vivió una situación a decir lo menos curiosa para los que vivimos en este lado del globo. El príncipe Faisal bin Mishal bin Saud, en un acto que tiene como objetivo mostrar la apertura al mundo de Arabia Saudita, dio el vamos a este encuentro femenino realizado en la provincia de Qassim. Sin embargo, algo llamó poderosamente la atención: en el salón no había ni una sola mujer.
Según informó la BBC, las imágenes capturadas en el evento muestran solo a 13 hombres, pues ellas permanecían en una sala contigua siguiendo desde ahí las actividades de la jornada. Ni siquiera se permitió la presencia de la elegida presidenta del congreso, la princesa Abir bint Salman, mujer del príncipe Faisal.
Siguiendo la tradición, que indica que hombres y mujeres no pueden compartir el mismo espacio, la única intervención femenina se hizo a través de una videollamada, momento en que se pudo ver a las mujeres invitadas.
Paradójicamente, el discurso pronunciado por el Príncipe del país árabe y anfitrión del encuentro hizo referencia a la igualdad y a las oportunidades.
"En la región de Qassim, vemos a las mujeres como hermanas de los hombres y tenemos la responsabilidad de abrir más y más oportunidades que sirvan al trabajo de las mujeres", manifestó a los caballeros presentes y a su audiencia.
Las fotografías del encuentro femenino presentado por hombres han dado la vuelta al mundo y han causado muchos comentarios por redes sociales, la mayoría de ellos negativos.
Este congreso que formó parte del programa saudí Visión 2030, que busca elevar la participación de la mujer en el mercado laboral del 22% al 30%, era una de las iniciativas con las que la monarquía wahabí demostraría sus primeros cambios en términos de derechos de género, sin embargo desde este lado del planeta cuenta verlo de esa forma.
La mujer en Arabia Saudita representa la mitad de la población pero, tal como se ha visto, continúa teniendo un papel marginal en la sociedad, pues no solo se les prohibe estar en el mismo lugar que los varones, sino que también tienen vetado conducir, abrir una cuenta bancaria y -en muchos casos- estudiar o hacer deporte.
Al parecer para el país árabe todavía no están los tiempos para abandonar este tipo de tradiciones.