Hope Hicks, la ex modelo que no quiso seguir con Donald Trump

Por Valentina Espinoza @lavalespinoza | Viernes, 2 de Marzo de 2018
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Tiene 29 años, es guapa, inteligente y acaba de renunciar a un trabajo que cualquier profesional interesado en política moriría por tener: directora de comunicaciones de la Casa Blanca.

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Tiene 29 años, es guapa, inteligente y acaba de renunciar a un trabajo que cualquier profesional interesado en política moriría por tener: directora de comunicaciones de la Casa Blanca.

Si bien su fecha de salida aún no está clara, Trump asegura que "volverán a trabajar juntos en el futuro". Todo esto ocurrió un día después de haber declarado ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes y admitido haber dicho "mentiras blancas" para proteger al actual Presidente de Estados Unidos.

Pero, ¿Quién es Hope? Aquí te lo contamos.

Previo a la llegada de Trump a la política, ella no tenía experiencia en el área. Sin embargo, desde que el actual presidente se presentó como candidato, Hicks estuvo presente.

Según el Business Insider, Hope fue modelo y en 2012 se unió a la línea de ropa de Ivanka Trump. Su hija fue el vínculo entre Hicks y la organización de Trump. Tiempo antes de la campaña presidencial, Trump la llamó y le pidió su ayuda para comenzar a trazar su camino hacia la presidencia. Eso fue en junio de 2015. Dos años después, Donald se convirtió en presidente, y Hicks comenzó trabajando para él como ayudante de prensa hasta ser anunciada formalmente como directora de comunicaciones de la Casa Blanca.

Quienes la conocen la definen como una mujer luchadora amistosa y leal, mientras que Trump la definió como una persona natural y excelente. La lealtad y el compromiso, además de su experiencia en relaciones públicas, la llevaron a ganarse un gran puesto en la presidencia de Estados Unidos.

A diferencia de otros trabajadores de Trump —el último encargado de comunicación, Anthony Scaramucci, fue despedido luego de 10 días en el cargo—, Hicks prefiere mantener el perfil bajo y hacer su trabajo sin vueltas, ni insultos y, mucho menos, enfrentamientos, sobre todo con los periodistas.

El motivo de su renuncia este 1 de marzo, según lo que le comentó a sus compañeros, se debería que la joven ya habría logrado sus objetivos con un trabajo que la convertía en una de las personas más poderosas de Washington, y que nunca habría un momento perfecto para irse.


Sin embargo, son muy pocos los que piensan que no habría otra razón de peso detrás.

¿Qué piensas?

 

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