[COLUMNA] Lucy Willson: El 'mapa pop' de Diana de Gales

Por Lucy Willson @willsonpress | Sabado, 12 de Agosto de 2017
[COLUMNA] Lucy Willson: El 'mapa pop' de Diana de Gales

Para los admiradores de la malograda princesa de Gales parece casi una falta de respeto imaginarla protagonizado en vida un 'Keeping Up With Diana'. Pero lo que muchos no saben es que la madre de William y Harry tuvo siempre una vocación pop, la que varias veces incomodaba a la Corona. Entonces, tenerla en este milenio con su propio reality show solidario, como rostro de un campaña de belleza o haciendo cameos en alguna serie de TV no es tan descabellado.

De hecho –y siguiendo esa fantasía–, en calidad de aristocrática adolescente con dirección de soltera en 60 Coleherne Road hoy habría calificado perfecto en el elenco del programa Made in Chelsea. Una producción que sigue a jóvenes adinerados y de alcurnia de ese barrio londinense.


Aunque no hay que recurrir a la imaginación para reconocer ese espíritu pop en Diana. En vida lo demostró sin problemas. Basta con caminar por la actual exposición con sus vestidos en el Palacio de Kensington. Allí, en un maniquí con sus envidiables medidas, cuelga un verde diseño de Emanuel de 1985 en lo que los curadores de la muestra definen como su "etapa Dinastía". ¿La razón? El traje de dos piezas cuenta con grandes hombreras que envidiaría la villana Alexis Carrington. De esa década también está un juguetón vestido negro con guiños masculinos de Bellville Sasoon, que subastó el Museo de la Moda de Santiago y que está a préstamo en Londres para esta iniciativa real.


Un decenio en que ya imponía su estilo diferente. Así participó como invitada especial del concierto benéfico de 1983 que ofreció Duran Duran, por lejos su banda favorita. Hasta 'arrastró' al show a un formal príncipe Carlos para tararear y bailar Rio y Hungry Like a Wolf. Lady Di no escondió nunca su pasión por las melodías del género "new romantic".


Sentido del espectáculo que fue evidente ese 22 de diciembre de 1985, en que incomodó a su marido cuando subió al escenario del Royal Opera House para bailar el hit Uptown Girl, de Billy Joel. Un show sorpresa que el futuro rey no agradeció, pese a la ovación de pie de ocho minutos con el que el público la premió. Fue el mismo año en que en su viaje oficial a Washington despejaba la pista de un salón en la Casa Blanca para dar rítmicos pasos con John Travolta.


Con una relación cercana con estrellas pop, desde George Michael a Elton John, todavía se recuerda su escapada nocturna con Freddie Mercury. El vocalista de Queen la ayudó a disfrazarse para ir anónimamente de copas al bar gay Royal Vauxhall Tavern. Ella se vistió de hombre con chaqueta de camuflaje, anteojos modelo aviador y gorra policial. Esa anecdótica salida llegó a un libro y el año pasado se convirtió en un musical.


Ya en la siguiente década seguía marcando pauta. Antes que Jennifer Aniston revolucionara a las peluquerías con el 'corte Rachel' (por su personaje en la serie Friends), fue la "reina de corazones" quien impuso un look global. Dejó que el famoso estilista Sam McKnight le cambiara totalmente su imagen. Todo fue sorpresivo. En 1991, mientras se preparaba para una sesión de portada para Vogue, accedió a que el profesional usara libremente sus tijeras. Atrás quedaron las suaves ondas e inició el decenio con una cabellera cortísima y casi andrógina. La propuesta fue locura total y replicada en salones de todo el mundo.


Un estatus de referente que supera los 20 años de su trágica muerte. Hoy es musa de las nuevas protagonistas que atraen a los medios, incluida Rihanna. Tal como constata el diario The Guardian, la intérprete de Umbrella tiene una obsesión con la princesa. Ha sido fotografiada usando una polera con la imagen de Di y confesó a la revista Glamour que era una de sus principales inspiraciones. Hasta usa una corona cuando se va de fiesta. Obvio, ¿a quién no le gustaría imitar a un mito de palacio lleno de amores, lujo y misterios?

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