La gran pena de la Reina Isabel II a un mes del matrimonio de Harry y Meghan

Por Sole Hott @solehott | Miércoles, 18 de Abril de 2018
La gran pena de la Reina Isabel II a un mes del matrimonio de Harry y Meghan

Sabemos que La Corona no es el gran amor en la vida de la reina británica, ni tampoco lo es su marido, hijos o nietos, a quienes por lo demás quiere muchísimo. Es de conocimiento popular que Isabel II se desvive, ante cualquier cosa, por sus adorados perritos corgi

La reina siempre dijo que cuando muriese el último de sus corgis no tendría más, y eso ocurrió el domingo recién pasado. Willow, de 14 años, falleció de cáncer. Luego de pensarlo unos días, Isabel II decidió sacrificarlo en el castillo de Windsor, en las afueras de Londres, y sedarlo para que no sufriera más.



Una partida que le ha destrozado el corazón, tal como lo publicó el Daily Mail. "La Reina ha llorado la muerte de cada uno de sus corgis a lo largo de los años, pero la de Willow le ha afectado más que ninguna otra", comentó al medio una fuente cercana al palacio de Buckingham. Esto porque Willow era el último vínculo que la unía a sus padre e infancia. La fuente reveló también que "Es realmente el final de una era".   

La raza corgi es de las más antiguas del Reino Unido y siempre fue la favorita de la Reina Isabel II. Su padre, el Rey Jorge VI, le regaló a su primera mascota, Dokie, cuando era una niña y luego a sus 18 años llegó Susan (en 1944) de la cual descienden las 14 generaciones de corgis que tuvo. 



Isabel II tiene un corgi más, Whisper, pero este lo adoptó luego de que su dueño muriera. También están Candy y Vulcan, dos dorgis, una mezcla entre corgi y dachsmund. Pero con Willow se termina la saga que siguió a Susan y sus cachorros. Además, fue con Willow con quien posó para su foto cuando cumplió 90 años y apareicó en el sketch que la reina protagonizó con James Bond en la inauguración de las Olimpiadas de Londres en el 2012. 

Según contó el mismo cuidador de los perros a Vanity Fair, la abuela de Harry y William que este mes cumple 92 años, no quería criar más corgis porque no quiere dejarlos solos una vez que ella ya no esté. 



Recordemos también que los corgis dormían en su propia habitación en el palacio y tiene un cementerio especial reservado en el castillo de Balmoral. Los quería tanto que incluso podían hacer sus necesidades en cualquier rincón del lugar y nadie podía decirles algo. Comían en cuencos de plata y porcelana, tenían un mayordomo a su cargo y menú específico, además de recibir solo remedios homeopáticos y naturales. 

Según el  Daily Mail, Willow fue enterrado en los jardines del castillo y en su lápida se puede leer: "Un fiel compañero de la reina".

Isabel II es toda una fanática: ¡Son más de 30 corgis en 65 años! 



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