[COLUMNA] Constanza Del Rosario: "Todo lo que nos pasa es tu culpa"

Algo que he podido observar frecuentemente en la consulta es que las parejas se sienten muy cómodas a la hora de señalar las responsabilidades que tiene el otro, pero están muy poco dispuestos a realizar cambios en su propia conducta para que el problema de pareja que los aqueja desaparezca. Y es esa resistencia la que impide que ocurra el cambio que tanto anhelan.

¿Por qué culpabilizar impide el cambio? Porque las relaciones son un baile que se baila de dos, todo lo que acontece tiene que ver con lo que ambos hacen –o dejan de hacer- porque cuando un integrante de la pareja genera un movimiento el otro inevitablemente lo acompaña; toda acción genera una reacción y esta reacción retroalimenta a la pareja, instalándose un circuito (positivo o negativo) que se perpetúa así mismo.

¿Qué implica esto? que todo lo que pase en una relación los involucra a ambos, por lo tanto, un conflicto que viene arrastrándose nunca será responsabilidad absoluta de una persona. Si bien, es cierto que en situaciones puntuales se puede identificar claramente quien causó el daño inicial; el no poder salir del conflicto no es culpa de quien causó el daño, sino que se relaciona con lo que ambos hacen después de esa herida.

Entonces para que el cambio ocurra es imprescindible que ambos se hagan cargo de lo que les compete, porque como les dije, las parejas se retroalimentan y que una relación sea exitosa es una trabajo de equipo.

Qué conductas típicamente se retroalimentan negativamente:

Que una persona explote y la otra se cierre, que una sea irresponsable y la otra controladora, que una sea pasivo y el otra crítica, que uno sea desatento y el otro demandador, que uno sea insistente y el otro evitador, que uno sea celoso y el otro mentiroso, que uno sea obsesivo y otro procrastinador, que uno sea inexpresivo y el otro dramático, que uno sea confrontador y el otro viva a la defensiva, que uno sea estructurado y el otro impredecible, que uno sea poco empático y el otro se victimice, entre otras muchas duplas más.

Entonces ¿quién tiene la culpa? El verdadero villano es la pauta de interacción que viene intoxicando su relación, no los miembros de la pareja, es la dinámica que unidos pueden vencer.

Pero eso sólo es posible si cada quien se hace cargo de cómo influye sobre los sentimientos y reacciones de su pareja y como las emociones-acciones de cada quién los empuja a caer en el espiral de negatividad que los hace infeliz.

Dicho esto, ¿quiere que algún aspecto de su relación prospere? Entonces pregúntese cuán dispuesto está a cambiar.

Simplemente recuerde ese dicho que dice "cuando apuntas con un dedo recuerda que los otros tres dedos te señalan a ti".