[COLUMNA] Matilde Le Blanc: Estoy soltera porque quiero

Por Matilde Le Blanc | Miércoles, 28 de Junio de 2017
[COLUMNA] Matilde Le Blanc: Estoy soltera porque quiero

Nací en una familia muy tradicional, en donde el matrimonio está sobrevalorado. Cada domingo en las comidas familiares sé la pregunta que viene: "¿estás pololeando?" y en cada evento social debo dar explicaciones de por qué voy sola. Han pasado más de 30 años, y desde los 13 que tengo que responder a la misma "preocupación" por parte de mi círculo familiar/social.

Son más de 17 años en donde he visto a mis tías divorciarse, a mis primos partir nuevas historias, nacimientos y muertes. Y yo para todos soy la soltera, en el peor de los casos, la sola. Yo he decidido no ventilar mis aventuras, mis amores y desamores, simplemente para no exponerme a opiniones, y tampoco para exponer a mis parejas, amantes y amigos con ventaja en escenarios en donde no quisieran verse más involucrados de la cuenta.

Sin embargo, el peso de cargar con una chapa tan pesada, de la soltería ha sido todo un proceso, porque se le adicionan varios prejuicios; desde que me tildan de lesbiana, o fantasean a que ando con un viejo con plata que me da vergüenza presentar, especulan de que debo haber tenido un trauma infantil, que soy emocionalmente inmadura, sexualmente frígida, y se le suma una sentencia de por vida, aniquilante, pobre... se va a quedar solterona, le va a pasar el tren, va a ser la vieja de los gatos del barrio.

He aprendido a vivir con esos prejuicios y con esas sentencias, que dejo que circulen y decanten de parte de quién vino. No gasto mi tiempo, ni mi energía en explicar que si estoy soltera es porque quiero, porque me siento feliz con mi opción, de que estar sin pareja no es sinónimo de estar incompleta en la vida, de que la soltería hoy, en estos tiempos no significa asexualidad, que tengo la libertad, como cualquier persona, de tener sexo con o sin compromiso, que he aprendido a disfrutar mi cuerpo con o sin una pareja estable, que estar soltera es simplemente un estado, y como cualquier estado es temporal, no es una cadena perpetua.

Que si estoy soltera es porque quiero, porque oportunidades no me faltan, pero con los años he aprendido a ser selectiva, a escoger a la persona que quiera caminar a la par mía, que juntos sumemos, que nos hagamos bien, que nos aportemos en la vida. He estado en pareja, y conozco el amor.

Distintos tipos de amor, el platónico, que construye un castillo en el aire, el amor aventurero, que te genera una adrenalina única, el amor que te lleva a perder la cabeza y cuesta tanto recuperarse, el amor romántico, el amor apasionado, y el amor distante, frío, he conocido el amor inaccesible, que condiciona la manera libre de relacionarse, y el amor enfermizo, he conocido el amor incondicional, y el amor que emerge de la amistad, he vivido el amor a primera vista y el amor a ciegas, el amor que se va sazonando con el tiempo. Hay tantas formas de amar, de estar, y la soltería es una más, es uno de los estados.

Hoy estoy viviendo el amor propio, conociendo todo el potencial que hay en mí, explorando mis limitaciones y mis fortalezas, estoy dándole lugar a todo lo aprendido, y construyendo el resto de mi camino, que ha sido transitado con muchos, pero en definitiva es mi camino. Hoy es mi tiempo; para crecer, para amarme. Es tiempo donde no quiero dar explicaciones, ni esperar que algo cambie, simplemente es tiempo para mí.

Etiquetas :