El ránking de las peores marcas de preservativos
Los preservativos son uno de los elementos fundamentales en la vida sexual de muchas parejas. La Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (Odecu), elaboró un ránking de calidad de estos productos y el resultado es simplemente sorprendente, pues aquellos en los que confiarías a ojos cerrados, ocupan un lugar en la lista de las peores marcas.
Basándose en un estudio del 2015, en el que más de una docena de preservativos fueron sometidos a pruebas relacionadas con análisis de laboratorio y evaluación de rotulación, indicadas en la norma NCh2224/1 Of. 93 del Ministerio de Salud, Odecu creó su propio ránking según calidad y precio.
Los factores tomados en cuenta por el laboratorio IDIEM de la Universidad de Chile consideró el cumplimiento de la normativa en cuanto a las dimensiones del producto; la ausencia de orificios; el envase y rotulado; el comportamiento del preservativo respecto a su volumen y presión de ruptura; y la resistencia a la tracción.
Las marcas analizadas fueron: Durex, Jager, Lifestyle, Love Light, Preventor, Prudence, Save X, Security Way, Sensur Plus, Simicondón, Trojan e IPPF. Esta última es la más económica y la de amplia disponibilidad en el mercado online y tiendas de adultos.
Los peores
Durex (9º en seguridad, 10º en precio), Lovelight (8º en seguridad, 12º en precio) y Lifestyles (7º en seguridad, 9º en precio).
Los mejores
IPPF (2º lugar en seguridad y 1º lugar en precio), Simicondón (2º lugar en seguridad y 2º en precio) y Trojan (1º lugar en seguridad, 11º en precio).
Respecto a los precios, Odecu también realizó un listado de los paquetes de condones de tres unidades.
Lovelight ($3.590), Trojan ($3.290), Durex ($2.790), Lifestyles ($2.480), Security Way ($2.150), Prudence ($1.990), Jager ($1.990), Preventor ($1.590), Sensor Plus ($1.490), Save-X ($1.190), Simicondón ($800) y IPPF ($500).
Con esta información sin duda podrás evaluar si la marca de preservativos que estás usando es la más conveniente y segura. Es muy posible que tengas que cambiarte, ¿no?