[COLUMNA] Carmen Castillo: Confundir apego emocional con amor

¿Has sentido una vinculación mental y emocional, con ciertas personas, al punto que te llegas a preguntar si es amor o apego emocional?

Muchas veces nos cerramos a que esa persona puede ser la única que nos entregue placer, seguridad y satisfacción, y creemos que es única y eterna, olvidando las 100.000 oportunidades que tenemos fuera.

Nos convencemos fuera de esa esa relación no podremos ser felices, alcanzar nuestras metas o tener una vida normal, porque esa dependencia es necesaria para poder lograrlo.

Frases como "Sin él/ella no soy nada" o "Sin él/ella no puedo vivir", son los primeros indicios de que una relación dependiente se acerca, o llegó para quedarse. Y esto durará el tiempo que necesitemos para abrir los ojos y descubrir que no es que no puedas, sino que no quieres y ver eso aliviana mucho la carga.

Pasar de ver algo que creía una necesidad a verlo como la opción que yo elijo para disfrutar un tiempo de mi vida, es entender que tenemos la capacidad de renunciar a algo cuando hay que hacerlo, si ese vínculo es dañino para el bienestar personal e incluso para las personas que nos rodean.

Uno no puede aceptar nada que te haga daño, o alguien que te diga que no te ama como tú dices amarlo, que vulnere tus principios o autorealización en cualquier aspecto de tu vida.

Esto no se trata de dureza u orgullo. Se trata de valorarnos y de comenzar a ver una forma sana de relacionarnos con otros a través de la independiencia, y no de la posesividad que puede llegar a nublar la razón de algunas personas.

Dejemos de idealizar al otro esperando que sea un tipo de "salvador" frente a nuestros problemas. Y separa bien la etapa de "enamoramiento" de aquella del "amor". El primero es un estado emocional increíble, pero que puede ser pasajero. En cambio el segundo es un conjunto más estable que se necesita para mantener una relación.

Lo importante es destacar que ninguna relación te vulnere, pero, por sobre todo, que no te lleve a la idea de cumplir una idealización que puede estar lejana a la realidad.