Retoma el control de tu vida en 6 simples pasos. ¡Se puede!

Por Fran Cornejo | Martes, 27 de Marzo de 2018
Retoma el control de tu vida en 6 simples pasos. ¡Se puede!

Hay momentos en que sentimos que nuestra vida está fuera de control y no nos damos cuenta de cómo ni cuándo terminamos envueltas en un caos que parece imposible de solucionar, pero se puede, y en menos pasos de los que crees...

La negación es el peor de los caminos, aunque por momentos puede parecer más fácil porque es como vivir en un mundo en donde tu vida no se está desmoronando y que tienes todo en orden. Pero más pronto que tarde tendrás que enfrentar la realidad y volver a poner todo en orden porque la posibilidad de fingir tu muerte o escapar a otro país con una identidad falsa sólo es posible en las películas.

Así que ármate de valor porque seguramente no va a ser fácil ordenar tu vida, pero es posible. Pon en práctica estos consejos y lo vas a lograr. ¡Promesa!

1. Cambia el enfoque

Si cada vez que te preguntan cómo va tu vida no haces más que quejarte y contar las mil desgracias que te están pasando, cambia la historia. No mientas, no cuentes una vida que no tienes y mucho menos niegues tu realidad, pero habla de las cosas buenas que te pasan, los pequeños triunfos y las alegrías.

Es difícil al comienzo, pero cuando empieces a proyectar lo que esperas para tu vida en palabras, comenzarás a materializarlo antes de lo que te imaginas. ¡Llama al éxito y disfruta de todos tus triunfos!

2. Nada es imposible

Y aunque suene cliché, la verdad es que efectivamente es así, porque en esta sociedad no tienes chance de escapar de tus deudas, de tus problemas, de tu trabajo, de tu vida. Las cosas tienen que arreglarse sí o sí y está en tus manos.

Es el camino más difícil y por eso demorarse un poco en enfrentarlo es normal, pero convéncete de que es posible y comienza por trazar pequeñas metas. Si por ejemplo, tienes muchas deudas, traza una estrategia para conseguir tus metas y enfócate en cumplirlas. Verás que si todos tus esfuerzos se enfocan en el mismo fin lograrás el orden que necesitas.

3. Ponle un alto al caos

Seguramente una pequeña situación caótica ha llamado al caos en otros aspectos de tu vida y te está haciendo sentir que todo es un descontrol –y seguramente- sí, así sea.

Lo mejor es resolverlo a la antigua. Enumera los focos problemáticos y ve cuáles puedes resolver inmediatamente y sin ayuda. Luego ve cuáles aspectos no puedes resolver por ti misma y necesitas algo de asesoría de tipo legal, financiera, psicológica, etc. Cuando hayas hecho esto tendrás claro cuáles son los siguientes movimientos para ordenar tu vida.

4. Lento, pero seguro

Nadie puede cambiar su vida de un día para otro, pero con pequeños actos cotidianos podrás retomar el control. No es necesario "machacarse" con el problema e intentar resolverlo en apenas tres días. Recuerda que en primera instancia las metas son pequeñas, por lo que las acciones también deben serlo.

Esto te permitirá adaptarte a tu nuevo estilo de vida con una mentalidad acorde. Cuando empiezas a sumar un pequeño acto con otro pequeño acto, el resultado será sin duda lo que creíste imposible.

5. Elimina todas las relaciones que no te suman

Tienes que decirles adiós a todas las personas que te mantienen atascada en tu problema. A todos aquellos a quienes no les importe ayudarte, te tiren 'mala vibra' o te inciten a seguir en el barro.

Afortunadamente, en momentos de caos uno puede ver claramente quiénes están sumando y restando. Deja de lado a todos los que están en el segundo grupo, al menos hasta que tu problema se haya solucionado, nadie dice que tienes que sacarlos de tu vida para siempre, pero al menos por lo que tardas en estabilizarte y poner todo en orden.

Si quién te está desalentando es un familiar o alguien difícil de evitar, intenta que sus comentarios y actitudes no te afecten. Lo que necesitas es apoyo.

6. Acepta tu responsabilidad

Debe ser por lejos lo más difícil. Por más que las personas o las circunstancias que te rodeaban no te hayan favorecido, estar en la situación en la que te encuentras es tú culpa.

Eres la única culpable de las decisiones que tomaste y de las consecuencias que trajeron. Y si no decidiste nada, en realidad ese también es un error.

No eres una víctima y dejar de sentirte como una aceptando tus culpas te ayudará a madurar la situación y ver todo lo que pudiste haber hecho diferente y que te llevó a este punto.

Enfrenta lo que te está pasando y aprende para que nunca más tu vida se salga de control.

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