¿Sufre tu hijo el Síndrome del Emperador?

Por Sole Hott @solehott | Miércoles, 6 de Febrero de 2019
¿Sufre tu hijo el Síndrome del Emperador?

La dinámica familiar debería fluir entorno a padres que educan bajo el equilibrio perfecto entre la libertad y los límites. Por su parte, los niños deben tener su espacio, al mismo tiempo que comprenden autoridad que significan el papá y la mamá. Entendiendo autoridad no como 'autoritario' propiamentetal, sino con la capacidad de influir en ellos de forma positiva y coherente, es decir, autoridad moral. 

Si bien muchos padres asumen que la tienen, en la práctica los expertos aseguran que en muchos casos no es suficiente para generar credibilidad por parte de los hijos, y terminan atendiendo a las influencias externas, desafiando la autoridad de sus padres. Y es aquí donde se produce el quiebre. 

Y esto empeora al haber poca interacción entre padres e hijos, sobre todo, cuando los mayores trabajan. No hay perseverancia ni por parte de los adultos, ni por los niños. Ante esto, puede ocurrir, que los menores se convierten en emperadores de la familia, el imperio es su casa y los padres son relegafdos a vasallos. 

Repasemos la historia. El vasallaje correspondía a la sociedad feudal, donde el vasallo estaba obligado a servir o pagar a su señor a cambio de protección. En este caso sería una relación de sumisión por parte de los padres, en la que complacen y consienten a los hijos, invirtiendo los roles.

Algunas señales de que es tu caso:

- Los adultos no ponen límites, y son los hijos los que controlan mediante exigencias o 'pataletas'. Los padres, evitan el confrontamiento, y ceden alte el consentimiento. 

- En el caso de padres separados, el menor se aprovecha de la situación al reconocer la falta de autoridad por parte de los adultos. 

- Problemas en el colegio, malas notas, depresión o uso de drogas. Ante cualquiera de estos casos los padres se asustan y prefieren consentir al hijo para que la situación no vaya a empeorar. Y termina siento el 'tirano' interno del menor el que pone las reglas en la casa. 

- Los hijos consideran a sus padres como los proveedores de sus necesidades. Y el chantaje está a la orden del día. 

- Al invertir los roles, y los padres volverse complacientes con respecto a sus hijos, la relación es de desprecio, uso y falta de respeto por parte de los menores. 

¿Cómo solucionarlo?

Los expertos sugieren que los padres recuperen su capacidad de influencia y para esto deben aprender a ejercer la autoridad moral. ¿Cómo lo hacen? 

1. Firmeza antes que autoritarios o sumisos. 

2. Los padres deben ser capaces de notar la diferencia entre necesidad o exigencia. En el primer caso, hay que proveerla, si se trata de exigencia, el menor debe entender que lo consigue él, o bien, que no lo necesita. 

3. Mostrar la parte humana, no son un pozo sin fondo, y no pueden darles todo a cambio de nada. 

4. Poner límites, de esta forma los hijos entienden que todos son parte de las decisiones. 

5. Más presencia física. Los hijos deben ver a los padres como protagonistas, y para eso deben verlos. Más convivencia, mejor interacción y así los hijos los incorporan en sus vidas. 

Cuando se logran estas cosas, según los expertos, el cambio se nota de inmediato, así como también la confianza y el buen humor en el hogar. 


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