Las claves para convertirte en madre sobre los 40

Cada vez son más las mujeres que deciden postergar la maternidad. La vida moderna provoca que muchas mujeres quieran dedicar tiempo a desarrollarse profesionalmente, a establecerse económicamente o a cumplir todos sus sueños y aventuras antes de tomar el compromiso de dedicarse a un hijo.

La maternidad tardía es cada vez más tendencia. Si años atrás era impensado poder tener hijos sobre los 40, hoy es posible. Si bien en la mayoría de los casos el reloj biológico va en contra, son cada vez más las mujeres que optan por el camino de la maternidad a una edad madura, aunque esto implique que la calidad ovárica disminuya y que el porcentaje de concebir de forma espontánea solo sea del 5%.

Sin embargo, los avances tecnológicos y científicos en materia de medicina reproductiva están permitiendo que cada vez más mujeres tengan la opción de convertirse en mamás sobre los 40. Estudios al respecto indican que el 95% de las mujeres que toma esta alternativa logra su cometido.

Existen varias razones positivas asociadas a la maternidad tardía, siendo la principal que las mujeres presentan una estabilidad emocional, económica y profesional que permite que permiten que sea un momento óptimo para enfrentar tanto el embarazo como la crianza.

Además, quienes tienen miedo a los riesgos asociados al embarazo sobre los 40 y recurren a ayuda profesional, pueden minimizar los peligros con una serie de exámenes y seguimientos que ofrecen garantías de una concepción exitosa.

Otra de las opciones para las mujeres que tienen claro que quieren ser madre a una edad madura, además de la fecundación in vitro, es la vitrificación de sus óvulos. De esta forma se aseguran de implantar uno propio y 100% preparado para la fecundación.

Si la maternidad tardía es una alternativa para ti, es fundamental que consideres:

• Realizarte exámenes médicos para conocer el estado de salud.
  
  
• Si pasados los 40, intentas durante 6 meses quedar embarazada de forma natural y no resulta, no esperes más y ponte en manos de un especialista.
  
  
• Hacerte un estudio cromosómico.