¡Comprobado! La contaminación ambiental nos engorda

Que la contaminación hace mal para la salud respiratoria es algo que sabemos desde hace mucho tiempo. Por lo mismo, sorprende que todavía no nos hagamos responsables totalmente de nuestras emanaciones.

Sin embrago, una nueva consecuencia de la polución se ha dado a conocer y no deja de llamar nuestra atención: Ahora se asocia la contaminación ambiental con la obesidad.

Un estudio conjunto realizado por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, y la Universidad de Pekín, en China, estableció que la contaminación interfiere directamente en el sistema endocrino, provocando la acumulación de grasas.

Las sustancias presentes en pesticidas, insecticidas y fungicidas serían las responsables de obstaculizar el funcionamiento endocrino de cada organismo en el 85% de la población.

Esta conclusión se obtuvo luego de comparar a ratas criadas en ambientes contaminados con otras libres de polución. Mientras que los animales que se criaron en ambientes saludables aumentaron solo un poco de peso, los expuestos a contaminación registraron un alza mayor, inflamación de hígado y pulmones, además de alteración en los triglicéridos, insulina y colesterol. Además, las crías nacidas en estado de inoculación desarrollaron obesidad severa durante el mismo periodo.

El mayor problema de esta mutación generada en el sistema endocrino es que este sería transmisible de la madre a los hijos, generando así un círculo muy difícil de romper.