Llegó el otoño y las noches más frías: ¿Es bueno dormir con calcetines?

Por Sole Hott @solehott | Viernes, 30 de Marzo de 2018
Llegó el otoño y las noches más frías: ¿Es bueno dormir con calcetines?

Si eres de las que no puede conciliar el sueño sin calcetines porque te da frío, tranquila, la ciencia te avala. Si por el contrario, los osias, quizás después de leer estos motivos cambies de opinión.

Sí, deberíamos dormir siempre con calcetines porque... 

1. Te duermes más rápido

Al tener los pies calientes, envias a tu cerebro el mensaje de que es hora de irse a dormir. Así lo confirma la Fundación Americana del Sueño. Y es que a medida que avanza la noche, la temperatura comienza a caer, por lo que si tenemos frío el cuerpo debe hacer más esfuerzo para regularse. En cambio, si sentimos calor el cuerpo consigue relajarse más rápido, y por ende, dormir antes. 

Ahora bien, ¿Has notado que a cierta hora ya no los necesitas? La revista Nature explica en un ensayo que al entrar en la fase REM (sueño profundo de madrugada), las frecuencia cardíaca se altera y sube la temperatura corporal. 

2. Evitas contagios

Si alguien te dijo alguna vez que era antihigénico, son solo rumores. Si estás limpia, no hay problema. Y, sobre todo en viajes, es ideal para aquellos lugares que no dan mucha confianza. 

3. Pies perfectos

Si sufre de talones agrietados, aplica crema hidratante antes de irte a dormir y no dudes en usar calcetines. 

4. Por motivos de salud

Si padeces la enfermedad de Raynaud, ya deberías estar durmiendo con calcetines. Este trastorno es poco frecuente, pero a quienes lo sufren se les estrechan los casos sanguíneos de manos y pies cuando sienten frío o estrés. 

5. Mejores orgasmos

Sí, había un motivo sexual. Según la Universidad de Groningen y un estudio que llevaron a cabo, las mujeres que tenían relaciones sexuales con calcetines puestos tenían un 30% más de psibilidades de alcanzar un orgasmo en relación a los que no los usan para dormir. Además, el neurocirujano Gert Holstege confirma que cuando la temperatura de nuestros pies es perfecta, se mantiene la autorregulación del cuerpo, y la sangre se irriga directamente al clítoris. 

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