[COLUMNA] Carmen Castillo: El problema no son los hombres

El problema son "algunos hombres" que en algún momento de la historia se dieron cuenta de que la dominación física podía ser más fuerte entre ellos para ganar poder y territorio.

El problema no son todos los hombres, no. Son los que enseñaron que la superioridad es humillar al otro y educaron a sus hijos, hombres y mujeres, en un sistema que la violencia física y psicológica estaba permitida.

En el pasado -incluso todavía- condicionamos a las niñas a que aspiraran al matrimonio como el gran logro de sus vidas. A los hombres, en cambio, a ser grandes, ambiciosos y emprendedores para ganar poder y territorio.

Se construyó/construye desde el desequilibrio, y es que ¿Cómo se puede regular algo tan emocional con algo tan material? Automáticamente tenemos relaciones desiguales.

Esas generaciones arrastraron/arrastran mujeres incapaces de empatizar con otras mujeres. Figuras que crían a sus hijos con esta misma educación, siendo un patrón constante para todos. Enseñando a sus hijas, desde pequeñas, a gustar y a ser deseables por otros, a ser buenas y respetuosas, dando gran presión a estas niñas que intentan agradar constantemente -incluso- a personas que les hacen daño.

Acá no solo nos vemos afectadas nosotras. No, acá caen todos. Mujeres y hombres que siguen arrastrando actitudes enfermizas sobre otros incapaces de decir "somos iguales". Viendo todavía a personas apuntadas por su preferencia sexual y que viven con miedo por la intolerancia de algunos.

El problema es que cuando nos montamos al origen de todo esto y hablas del tema con los hombres, algunos sienten que los castran porque es el gran arma que la sociedad les estimula para sentirse "machos", y son pocos lo que se atreven a reconocer lo que sucede y capaz de decirle al de al lado "¡Basta!".

El problema son las mujeres que no valoran a las otras mujeres  que lucharon para que hoy den su opinión y que nos llaman a agradecer lo que tenemos, olvidando que las que siguen muriendo, violando y maltratando siguen siendo de nuestro mismo género. 

¿Son solo las mujeres maltratadas? No, sin duda deben existir otras mujeres que, dentro de la dinámica de la historia, caen en el patrón que siempre se nos inculcó: la violencia y desigualdad. Creen que siendo como se les "enseñó" serán más, expandiendo esto como un cáncer en la sociedad.

Acá nadie quiere castrar a nadie, todo lo contrario. Pedimos que dejen de mezclar peras con manzanas. Que paren al 'amiguito' que manda ese video porno de WhatsApp de niñas de 14 años. Que dejen de burlarse de nuestras muertes y -al menos- respeten que por ellas luchamos.

Necesitamos a los hombres en esto, amigas y, más que asustarlos, de verdad hay que mostrar con respeto el cambio que queremos. Al menos en conversaciones de amigos, asados, en la calle y con el ejemplo. Sobre todo con el ejemplo y entendiendo que una relación es de iguales y ellas son el primer ejemplo para sus hijos.

Necesitamos a las mujeres en esto, amigos. Necesitamos que varias abran los ojos. Que no repitan en sus hijos cualquier educación desigual que se les pudo haber inculcado desde pequeña y que, por sobre todo, entiendan que queda mucho que avanzar por ellas, por nosotras y las generaciones que vienen.

Necesitamos personas que se quieran, que quieran y que dejen a otros que se quieran. Que potencien lo bueno y entiendan que siempre pueden ser el ejemplo para alguien. El amor propio nos puede salvar, no lo olvidemos.

Las cifras no mienten. Nos siguen matando y al parecer ni nuestro sistema judicial nos protege. La esperanza queda en casa, en las proximas generaciones que puedan cambiar la historia.