Midoréxicos: Adultos maduros que actúan como jóvenes

Por Valentina Espinoza @lavalespinoza | Miércoles, 8 de Agosto de 2018
Midoréxicos: Adultos maduros que actúan como jóvenes

La primera vez que se escribió sobre este tema fue en 2016, y lo hizo una periodista del diario inglés Daily Mail para referirse a aquellas personas que llegaban a los 50 años y se sentían en su mejor momento.


Luego, en 2017, el término midorexia se convirtió en algo más luego de la incorporación de todo tipo de gadgets modernos para esta generación y con su apertura a redes sociales como Instagram, además de una buena cantidad de tiempo y dinero invertido en su apariencia física para verse igual que las (y los) de 40, 30 y hasta 20 años. Ahí la palabra se convirtió en una etiqueta que describía a un grupo específico.

La oficina de estudios  Euromonitor International definió a los midoréxicos como "consumidores de edad madura que suelen actuar como jóvenes", y se interesó en encontrar sus actividades preferidas y objetos de consumo. Algunos de éstos con una relación directa a elevar su autoestima.

Por ejemplo, un midoréxico bien puede practicar running, correr triatlones, usar un reloj que mida su rendimiento físico, someterse a dietas de bienestar y visitar regularmente la peluquería para que su físico luzca impecable. "Ellos están ansiosos e inspirados por el envejecimiento, son consumidores entusiastas de una larga lista de productos de salud y belleza, además de opciones de moda avanzada y receptivos a los avances tecnológicos", explican desde Euromonitor.

Sin embargo, ante esta realidad resulta irónico pensar que esta "madurez" se trata de una crisis o una etapa pasajera, ya que más bien se asemeja a una especie de reajuste en la sociedad con el estilo de vida actual.

Los midoréxicos ya trabajaron bastante, ahorraron lo suficiente, mandaron a sus hijos a la universidad y ahora están libres de mensualidades y colegiaturas. Por lo mismo, es entendible que disfruten de una explosión tardía de belleza. Están seguros de que llegaron a la edad de su máximo apogeo y, sobre todo, se sienten más confiados que nunca al no tener que dar explicaciones a nada ni nadie.

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