[COLUMNA] Tamara Vallejos: La importancia de la alimentación consciente

Publicado por:
Tamara Vallejos
Autor:@limonadamenta

Es el arte de comer en plena consciencia, considerando desde el impacto ecológico que tiene la producción de alimentos, hasta el efecto que tienen en nuestro organismo y más.

La alimentación consciente es el arte de comer en estado de plena consciencia, considerando desde el impacto ecológico que tiene la producción de alimentos en el planeta, de qué manera se siembran, cultivan y cosechan, hasta el efecto que generan en nuestro organismo, estado espiritual y emocional. Se trata de considerar tanto nuestra existencia en armonía con nosotros mismos como con el planeta. Es respetar nuestro organismo, nuestro hábitat y todas las formas de vida existentes.

Ese estado de consciencia nos permite elegir con claridad nuestros alimentos basándonos en todo lo que nos proporciona la naturaleza y el gran reino vegetal que está diseñado para nosotros. Cada uno de sus frutos contiene nutrientes vivos que son reconocidos perfectamente por nuestras células y metabolismo en general, permitiendo que el funcionamiento de este sea fluido y generador de energía limpia, óptima y sin acumulación de radicales libres, que intoxican nuestro sistema.

Alimentarnos es el acto que condiciona el funcionamiento de nuestro metabolismo, estado de salud y físico. Por eso, lo que elegimos como fuente de energía y combustible para nuestras células es el reflejo de nuestro estado general. Por ello, tenemos que preguntarnos por qué cada vez hay más personas enfermas, con malestares (dolores de cabeza, acidez estomacal, dolores articulares, cansancio, etc.), con distintos tipos de cáncer a temprana edad o con diagnósticos de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, colesterol elevado u obesidad. Cuando alguna de estas enfermedades aparece, a lo primero que se recurre a la medicina tradicional, que busca tapar los malestares con compuestos químicos que solo ocultan el problema. Pocas veces pensamos en los alimentos como nuestra medicina.

El estado normal de nuestro organismo no incluye la palabra enfermedad. Lo natural es que todo funcione perfecto y en sincronía, pues solo de esa manera estamos hechos para reaccionar ante cualquier elemento extraño y poder sanarnos y regenerarnos solos. La vida no se hizo para depender de fármacos ni de diagnósticos que nos amarren a tratamientos interminables y altamente tóxicos.

Todos, de una u otra manera, estamos intoxicados, ya sea por nuestro estilo de vida (malos hábitos alimentarios, desórdenes alimenticios, pocas horas de descanso y sueño, estrés, sedentarismo, malas energías, etc.) o por la contaminación ambiental del lugar donde vivimos. Es por eso que como sociedad debemos ¡despertar y tomar consciencia! Entender que el cambio está al alcance de nuestras manos, y será para todos si así lo queremos.

Hagamos una inversión a largo plazo en salud, alimentémonos de fuentes naturales y vegetales. Hagamos ejercicio. Seamos positivos y liberémonos de todo mal pensamiento y sentimiento.

¡Somos lo que comemos! Todo lo que ingresa a nuestro organismo, nuestra casa más importante, se convierte en energía y de nosotros depende que esta energía sea ¡limpia y viva!

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