¿Cómo saldar tus deudas emocionales este año?
Inicia el 2017 sin temas emocionales pendientes ¿Cómo? un experto te entrega las claves.
Llega fin de año y, junto con ello, la emoción, los recuerdos y las deudas. Pero hablamos de un deudas financieras, sino que de aquellas que afectan a nuestros corazones, esas que a diario no están causando sentimientos de incomodad, tristeza o envidias.
Decir te quiero, pedir perdón, resolver diferencias o simplemente entregar un abrazo, pueden ser, según los entendidos, acciones que nos permitirán cerrar ciclos y darnos una nueva oportunidad con parejas, amigos y familiares, que tendrán como consecuencia que lleguemos mejor preparados al 2018. Muchas veces a final de año caemos en lo banal, como comer 12 uvas, salir a dar la vuelta a la manzana con una maleta, pero olvidamos que para comenzar un año con energía tenemos que reparar las heridas y no hacer vista gorda a los problemas.
En este sentido, el psicólogo Alfonso Cox afirma: "Hay muchas personas que tienden a postergar eternamente la resolución de problemas y los temas pendientes, con otros y consigo mismos, ya sea porque los consideran imposibles o muy difíciles de solucionar o porque los angustia enfrentar cara a cara el problema".
El especialista también agrega cómo es frecuente que vayamos "evadiendo" este tipo de deudas: "Esto acarrea otras dificultades, primero, el dejar pendientes probablemente me perjudique directamente de alguna manera a mí y a otros, por ejemplo, si esta actitud incrementa una deuda o no me permite un acercamiento con una persona querida. En segundo lugar, el procrastinar -diferir, aplazar– o, en buen chileno, chutear las cosas para adelante, tampoco nos deja tranquilos porque vivimos ese período llenos de culpa y ansiedad por no haber hecho las cosas a tiempo".
Efectos de las deudas pendientes
"El problema se arreglará de un momento a otro" y "la otra persona es el problema", son algunas de las frases que utilizan quienes tienen conflictos no resueltos. Pero son cinco las principales deudas pendientes que dejamos relegadas en el pasado:
- La deuda impagable que tienes con tus padres de abrazos pendientes.
- La deuda que tienen los padres al decir que están orgullosos de sus hijos.
- La deuda de besos que tienes con el amor de tu vida.
- La deuda de paseos y juegos pendientes con tus mascotas.
- La deuda del reencuentro con ese amigo que se fue al extranjero.
En este sentido, quienes tienen estos ciclos inconclusos, pueden tener consecuencias como:
- Tomar decisiones drásticas: Romper con su pareja, dejar de hablar con la familia o amigos, dejar el trabajo, entre otros.
- Estar irascible: No pensar con claridad.
- Sentirse herido: Consecuencia del problema presente.
- Acumular problemas: La frustración puede volcarse hacia la pareja o compañeros de trabajo, que nada tienen que ver.
Recomendaciones
Antes de intentar resolver un conflicto y saldar esas deudas pendientes que se tienen en el pasado, se recomienda considerar los siguientes pasos:
- Asimilar la situación.
- Expresar las emociones personales.
- Pensar en las consecuencias negativas de las circunstancias.
- Analizar las acciones a tomar, sus consecuencias y cómo afrontarlas.
- Examinar miedos y creencias personales en torno al problema.
"Esto tiene que ver con hacerse cargo, es decir, no echarle la culpa al empedrado, y pensar más bien que el problema puede estar en uno mismo al igual que la solución. Después de todo no tenemos control sobre lo que otros piensan o hacen, sólo tenemos control sobre nuestras propias acciones o inacción; no podemos pensar siempre que a nosotros nos ocurren las cosas, también podemos hacer que ocurran cosas", concluye Cox.