El bullying en adolescentes estaría relacionado con el bruxismo
Según un estudio, los jóvenes que lo padecen tendrían mayor probabilidad de sufrir acoso escolar.
El año escolar trae para niños, adolescentes, padres y profesores una nueva etapa de aprendizaje, llena de alegrías, desarrollo y crecimiento, pero también se pueden vivir situaciones complejas como el bullying o acoso escolar, tema que abarca a toda la familia y el centro educativo.
Un estudio publicado el 2017 por la revista estadounidense Journal of Oral Rehabilitation, develó que los adolescentes entre 13 a 15 años que experimentan intimidación verbal en la escuela tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir de bruxismo (65%) en comparación con los que no (17%).
Los profesionales de la odontología, tras estos hallazgos, están insistiendo a los padres y profesores en estar atentos a los primeros síntomas relacionados con el bruxismo.
"El bruxismo es una enfermedad silenciosa, sobre todo el de sueño, que puede ser particularmente dañino ya que a menudo desconocemos que lo hacemos y los padres. Es una actividad repetitiva de los músculos mandibulares caracterizada por el apriete o rechinamiento dentario y/o por un empuje de la mandíbula", señala William Collio, cirujano dentista, especialista en trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial de la Clínica Manquehue.
¿Cuáles son los síntomas a tener en cuenta del Bruxismo en niños y adolescentes?
Los indicadores de mayor confianza asociado a bruxismo:
- Rechinamiento dentario relatado por pareja
- Dolor muscular y dificultad de abrir la boca en las mañanas
- Fracturas dentarias o de restauraciones
Con menor importancia, pero no por eso dejar de ser relevantes de analizar:
- Autoreporte del paciente que presenta bruxismo
- Indentaciones o marcas en las mejillas
- Hipersensibilidad dentaria
- Ruidos articulares
Al detectar y abordar con el niño el posible acoso escolar, es importante consultar a un psicólogo infanto-juvenil, ya que el bullying tiene un impacto físico y psicológico que debe ser tratado por un especialista, porque puede provocar en el niño un trauma que puede durar hasta la adultez.