10 problemas que solo entenderán las personas bajitas

Publicado por:
Valentina Espinoza
Autor:@lavalespinoza

Estamos seguras de que a esta altura de tu vida, probablemente tengas ya asumida tu estatura. Pero eso no quita que durante tus años de colegio y adolescencia te hayas "estancado" y hayan aparecido todo tipo de apodos por parte de tus compañeros.

¡Revisa la galería y ríete!

1. Odias tener que dejarle tu auto a otra persona. No porque corra peligro, sino porque sabes que si otra persona maneja tu auto te va a cambiar la altura y la posición del asiento, y mucho. Bastante te ha costado encontrar la postura ideal para conducir como para que ahora venga alguien y te la mueva la posición.

2. Puedes comprar en la sección de niños. ¡Eso es una ventaja! No solo porque a veces hay prendas lindísimas que te pueden encantar, también puedes ahorrar bastante dinero, especialmente cuando compras zapatillas. Solo tú puedes llevar las mismas Converse que tu amiga, ¡Pero a mitad de precio!

3. Siempre, SIEMPRE, te piden el carnet de identidad

A la entrada de las discotecas, en los pubs, al pedir una cerveza, ¡Incluso cuando compras alcohol en el supermercado! Tienes 30 años y todavía te siguen pidiendo el carnet de identidad. Antes te molestaba, pero ahora te hace sentir más joven.

4. Odias salir en el medio cuando posas para una foto

Parece que tus amigas se ponen siempre de acuerdo para dejarte en el medio cuando se van a tomar una foto juntas. Ahí, destacando, el punto y las íes... ¡siempre igual!

5. Siempre tienes que doblar la basta de tus pantalones. Es rara la vez en que encuentras unos jeans cuyo largo se ajustan al de tu pierna. Un par de vueltas y ¡Listo! Total, ahora se llevan así, tampoco es tan terrible.

6. Evitas ir a un concierto si es en cancha. Porque, a no ser que te toque en primera fila, sabes que no vas a ver nada. Por eso hace tiempo que dejaste de comprar entradas de conciertos que sean de pie. Mejor en tribuna sentada, igual que una señora.

7. La gente se suele apoyar cómodamente sobre tus hombros o tu cabeza. Pero tú, precisamente cómoda, no estás. Porque aunque tus hombros queden justo a la medida ideal para que tus amigos los utilicen como apoyabrazos, a ti te da mucha rabia.

8. Te dan ganas de explotar cada vez que sucede algo de esto: Poleras que te quedan como vestidos, niños que son más altos que tú, el esfuerzo que sufren tus piernas cuando intentas seguir el ritmo de otra persona, viajar en metro y no llegar a la barra para afirmarte... Te suena, ¿Verdad?

9. Tienes que trepar para alcanzar las cosas. Has desarrollado una técnica de escaladora impecable. No te queda más remedio que trepar por los muebles de la cocina cuando necesitas algo en lo que tú consideras que son las alturas. Ya sea subirte a la encimera para poder abrir una puerta o a los mesones.

10. Te cuelgan los pies cuando te sientas en algunas sillas. A todo el mundo le parece gracioso que no llegues a tocar el suelo con los pies cuando te sientas en ciertas sillas. Y ya no hablemos de los pisos de bar, de esos con los que debes aplicar tus técnicas de escalada de las te hablamos anteriormente.

Estamos seguras de que a esta altura de tu vida, probablemente tengas ya asumida tu estatura. Pero eso no quita que durante tus años de colegio y adolescencia te hayas "estancado" y hayan aparecido todo tipo de apodos por parte de tus compañeros. ¿Te suena conocido?

Pero ahora que eres una mujer hecha y derecha, por fin aprendiste lo importante: lo bueno viene en frasco chico. Además, tienes cientos de cualidades excelentes que te definen mucho mejor que tu estatura.

Eso sí, hay situaciones que solo tú, como persona bajita, entenderás...