4 Platos de comida que tienen su origen en personas reales
Sándwich. Uno de los más populares del mundo tiene su origen en la ludopatía de un hombre. John Montagu, cuarto conde de Sandwich, tenía tal obsesión por las cartas que no quería perder tiempo en comer. Por eso pidió que le llevasen cualquier comida metida entre dos rodajas de pan. A sus compañeros de juego les gustó la idea y pidieron “lo mismo que Sandwich”.
Nachos (1943). Las esposas de unos soldados norteamericanos llegan a un restaurante a punto de cerrar. El responsable no se atreve a decirles que han cerrado y decide improvisar. Lo que le quedaban eran trozos de tortilla tostados, queso y jalapeños. Las mujeres quedaron fascinadas y le preguntaron al hombre cómo se llamaba. Pero éste entendió que le preguntaban a él. “Nacho”, respondió Ignacio Anaya.
La salsa Bechamel, a base de una masa espesa de mantequilla, harina y leche, tiene su origen en la cocina del rey francés Luis XIV. Su chef, François Pierre de la Varenne, creó la receta y el nombre fue en honor al jefe de la casa real, Louis de Bechamel, que aparte de ser un aficionado a la cocina era un gran financiero. Su nombre no pasó a la historia por el dinero, sino más bien por la salsa.
El pintor italiano Vittore Carpaccio no inventó el carpaccio. De hecho, vivió varios siglos antes de que el chef veneciano Giuseppe Cipriani cortase láminas de carne ultrafinas en 1950 para una condesa a la que los doctores le habían recomendado comer carne cruda. El plato resultó un éxito, y cuando Cipriani vio el plato le recordó a las tonalidades que utilizaba Carpaccio en sus pinturas.
Muchas veces llamamos las cosas simplemente por su nombre popular y jamás se nos ocurre preguntarnos por el origen este. Evidentemente no es algo que nos pase cuando estamos frente a una manzana, pero ¿Qué pasa con los nachos con queso?
¿Por qué se llaman así? ¿A quién o a qué se debe su nombre? ¿Cuál es la historia que hay detrás?
Si eres foodie y curiosa a la vez, aquí te contamos sobre el origen del nombre de cuatro platos riquísimos que de seguro están entre tus favoritos, o más de alguno por lo menos.
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