#ColumnaM360 ¿Matonaje en la farándula? ¡Eso si que no!
El equipo de M360 analizó en El Aguante de La Nuestra la nueva polémica que tiene como protagonista a cuatro famosas que acusan que la creadora de Maldita Farándula de hostigamiento e intimidación.
Desde hace algunos días, varias mujeres del espectáculo han señalado sentirse hostigadas por una periodista. Naya Fácil, Gissella Gallardo, Carmen Tuitera y Cecilia Gutiérrez han dicho que Natalia Casas-Cordero, creadora del portal Maldita Farándula, las molesta, les falta el respeto, las acosa y filtra datos personales de ellas amparada en el supuesto ejercicio de su profesión.
Carmen Castillo, más conocida como Carmen Tuitera, señaló que la periodista la intimida con la revelación de un supuesto video íntimo de un encuentro que la influencer habría tenido con el futbolista Guillermo Maripán.
Naya Fácil señaló que Casas – Cordero se refiere a ella como "la come caca", algo que se puede escuchar de registros que algunas de estas famosas han expuesto en sus redes.
Cecilia Gutiérrez expresó que teme por su integridad física, pues no sabe de lo que Natalia es capaz.
Gissella Gallardo reveló que siente la "maldad" de la colega desde hace años, pues ella también ha sido hostigada.
El testimonio de estas cuatro famosas tiene una cosa en común: el miedo. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es el costo de la farándula? ¿El matonaje?
La IA entrega una definición muy clara de Matonaje: "se refiere a la práctica de intimidar, acosar o abusar de otros, a menudo en un contexto de grupo o social, para imponer poder o control. Es similar al término "bullying" en inglés, y puede manifestarse de diversas formas, incluyendo acoso físico, verbal, psicológico o social".
La descripción de la Inteligencia Artificial no se aleja de la experiencia que Cecilia, Naya, Carmen y Gissella señalan sentir o haber vivido con la periodista.
Más allá del caso particular de Casas-Cordero y su portal farandulero, es importante sentar ciertas bases para no perderse en el análisis.
Ningún profesional, mucho menos uno que informa, debe escudarse en su rol de periodista para intimidar a nadie. Eso es, a decir lo menos, una falta ética, una bajeza y atenta directamente contra quienes hemos trabajado para dar a la farándula local un lugar en el rubro periodístico.
La farándula no es a cualquier costo. Mucho menos a costa del miedo de quienes son rostros y fuentes de la misma.
Que alguien sea periodista, no le da derecho a utilizar un portal, supuestamente informativo para esconder sus animosidades contra figuras públicas y menos usar ese espacio para atacarlas disfrazando el hecho en algo que hace llamar "noticia".
Las noticias, más allá del área que sean, deben ser tratadas y realizadas con seriedad, profesionalismo y neutralidad. Conseguir cuñas o declaraciones a punta de amenazas no es un correcto ejercicio del periodismo.
Si quienes nos dedicamos a la farándula no ponemos sobre la mesa las reglas mínimas para funcionar, siendo la ética la más importante de ellas, después no nos quejemos que nadie nos toma en serio. El ejemplo parte por casa.