¡Vive en Nueva York! Pablo Macaya y su vida alejado de las pantallas
El reconocido actor vive desde 2018 en Estados Unidos, donde se ha dedicado por completo a su rol de padre y dueño de casa.
Durante más de dos décadas, fue uno de los rostros más reconocidos y cotizados de las teleseries chilenas. Sin embargo, en 2018, el actor Pablo Macaya decidió dar un giro radical a su vida, alejarse de los focos y trasladarse a Nueva York. Hoy, en una sincera entrevista, revela detalles de su nueva y tranquila vida familiar.
Aunque su rostro sigue vigente en producciones de éxito como "42 días en la oscuridad" y la reciente "Baby Bandito", la vida de Pablo Macaya ya no gira en torno a los sets de grabación. En 2018, tomó la decisión junto a su esposa, la también actriz María José Contreras, de mudarse a Nueva York con sus dos hijos.
En conversación con Las Últimas Noticias, el actor contó cómo es su día a día en la Gran Manzana, un relato que dista mucho de la ajetreada vida de una estrella de televisión.
Una vida tranquila y familiar
Lejos del glamour y la exposición, Macaya ha encontrado la felicidad en la simpleza de la rutina familiar. "Mi vida en Nueva York es súper tranquila. Es una vida muy familiar. Me dedico a estar con mis hijos, cuidarlos, llevarlos al colegio. Estoy a cargo de la casa", detalló.
El actor destacó que, gracias a haber sido padre en una etapa más adulta, ha podido dedicarse por completo a ellos. "Estar con ellos todo lo que puedo", es su principal motor.
"No me interesa trabajar"
En cuanto al ámbito laboral, su perspectiva ha cambiado radicalmente. Si bien sigue participando en proyectos que lo apasionan en Chile, no tiene ninguna intención de forjar una carrera en Estados Unidos.
"Trabajo cuando se puede, cuando me dan ganas (...) Tengo permiso, pero la verdad, no me interesa trabajar", señaló con honestidad, para luego lanzar una broma que refleja su nueva filosofía: "Trato de hacer lo posible por no trabajar y tener tiempo libre, estoy como Don Ramón... no, en serio, comenzar una carrera acá, no me viene esa ambición".
"Me vine por un cambio familiar, de la vida, y estoy enfocado en mi familia, los niños y mi vida tranquila de los parques y todo eso", explicó sobre su decisión.
El trabajo ahora es un placer esporádico. "Cuando me toca trabajar, lo disfruto, voy a Chile y lo hago, pero sé que se acaba en dos o tres meses y me devuelvo a casa, sin ansiedad", confesó.
En su dinámica familiar, es su esposa quien mantiene un trabajo formal. "Mi señora hace clases de teatro en la Universidad de Columbia, le va muy bien en lo que ella hace, le gusta mucho". Sus hijos, en tanto, asisten a un colegio público, una experiencia con la que Pablo está muy conforme.
Por ahora, su estadía en Manhattan es "indefinida", al menos hasta que sus hijos terminen la enseñanza básica. "Hoy estamos instalados acá y estamos bien", sentenció.