Lisandra Silva y su mayor dolor tras el término con Raúl Peralta: "Tenía deseos de matarlo"

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Equipo M360
Autor:M360

La modelo cubana se sinceró en el pódcast "Mamás In Progress" sobre los momentos más complejos que vivió tras su separación en abril de 2024.

En una de sus confesiones más crudas y honestas, la modelo Lisandra Silva se refirió a los momentos más oscuros que vivió tras su quiebre con el bailarín Raúl Peralta. La ex chica reality reveló que la dura pelea legal por la tuición de su hija la llevó a un límite de rabia y dolor.


En conversación con el pódcast "Mamás In Progress", la influencer cubana relató los complejos desencuentros que enfrentó con su expareja tras la separación, ocurrida en abril de 2024. El principal foco de conflicto fue el cuidado de su hija menor, Leiah.


"Cuando nos separamos, él me dijo: 'Bueno, pero vamos a hacer una tuición compartida'", recordó. Su negativa fue inmediata. "Y yo le dije: 'Ninguna posibilidad, porque a Leiah la estoy amamantando, todavía le cambio los pañales, tú no la sabes bañar... es muy chiquita'".


Esa diferencia de posturas, explicó, dio inicio a una etapa muy difícil. "Empezó ahí una pelea legal. Fue muy duro. Hay un momento en el que uno dice: '¡Ay! Lo quiero matar'".


"Empezar de cero, sin nada, sin nadie"


A la batalla legal se sumó un profundo sentimiento de soledad. Lisandra relató lo difícil que fue dejar el hogar familiar y rearmar su vida.


"Él tiene su mamá, su papá, su familia, su hermano, su trabajo, sus empresas, sus escuelas, todo. Pero yo, nada", contó. "Me tuve que ir de su casa, una casa muy linda, muy cómoda, y empezar de cero, sin nada, sin nadie, sin un hombro en donde llorar", confesó.


Cuando el conflicto llegó a su punto más intenso, Silva recurrió a la meditación para encontrar una salida. "Dije: 'Voy a resolver esto dentro'. Cuando conecté con mi creador, sentí como que me dieron un golpe por la cabeza", relató.


Esa experiencia espiritual, asegura, le cambió la perspectiva por completo. "Me dice: 'Tú estás peleando por algo que después vas a agradecer'", reveló.


Finalmente, Lisandra entendió que la tuición compartida, que en un principio vio como una amenaza, era en realidad una oportunidad. "Me dijo: 'Tú necesitas tiempo para tu trabajo, para calmarte emocionalmente (...) Él te está dando la posibilidad de que en ese tiempo que él va a estar con los niños, tú vas a estar cuidándote a ti, reconstruyéndote'", concluyó.