Naya Fácil se compró nueva propiedad fuera de Santiago: "Esto que estoy viviendo acá lo soñé"
La influencer reveló que tras 11 meses de trámites y rechazos bancarios, tomó una drástica decisión para adquirir la propiedad de sus sueños en Viña del Mar.
A sus 27 años, Naya Fácil ha sumado un nuevo e impresionante hito a su lista de logros. La influencer, oriunda de la Región de La Araucanía, apareció ya instalada en lo que llamó su "segunda casa", ubicada nada menos que en la primera línea de edificios de Reñaca, en Viña del Mar.
Más allá del lujo, para ella esta compra representa el cierre de un ciclo marcado por una dura infancia y la superación de innumerables obstáculos. Lo graficó con un emotivo discurso donde recordó sus orígenes y cómo visualizaba su futuro.
"No me gustaba la vida que vivía, de bajos recursos, de vulnerabilidad, pobreza, violencia, etcétera. A veces le contaba a mis padres que yo iba a tenerlo todo cuando fuera grande. Ellos se reían", partió rememorando en sus redes sociales.
Con total honestidad, Naya reflexionó sobre su turbulento camino al éxito, donde las críticas y las humillaciones fueron una constante. "Me ha pasado de todo, pero en el fondo de mi corazón nunca he dejado ese sentimiento de 'voy a lograrlo todo'. Se han burlado de mí, me han humillado, me han criticado, a pesar que nunca he hecho daño a nadie. Y muchas personas me han dicho que no voy a lograr nada", agregó.
Finalmente, sentenció la importancia de este momento: "Tengo mi casa, tengo mi auto pero algo me faltaba, algo que estaba en mis sueños. Esto que estoy viviendo acá lo soñé. Este es el día más importante de lo que va del año para mí".
La trastienda de la compra:
Detrás de la alegría, Naya Fácil reveló la frustrante trastienda financiera que casi le impide cumplir su meta. Contó que el proceso para obtener financiamiento fue una pesadilla, ya que se encontró con la puerta cerrada en todas las entidades bancarias a las que acudió en busca de un crédito hipotecario.
Aunque no especificó el monto total que desembolsó por la propiedad, sí fue enfática en la drástica decisión que tomó tras meses de negativas y trámites infructuosos.
"Después de 11 meses perdiendo mi tiempo, llevando papeles y recorriendo oficinas, por un miserable crédito hipotecario... ¿Qué hice yo? ¡Junté mi plata y me compré la hueá al contado!", desahogó la influencer, sincerando que el esfuerzo la dejó con las "cuentas tiritando".
La compra de este nuevo lugar de descanso se convirtió también en un símbolo de su independencia y fortaleza, algo que resumió en una de sus publicaciones con una sentida frase sobre sus logros económicos: "Todo cambió el día que me gustó más ganar dinero que sentirme amada".